Cita olímpica en el Riera

¿Cómo se enciende la llama olímpica? ¿Cuánto mide el actual récord de salto de longitud? ¿Practican las mismas disciplinas los deportistas que participan en los juegos paralímpicos? El teatro Riera se llenó ayer de preguntas para dos ponentes de lujo, Agustín Antuña y Manuel Fonseca, dos destacados representantes del movimiento olímpico español.

Ante ellos, la curiosidad de cerca de 200 alumnos de tercero, cuarto, quinto y sexto de Primaria del Colegio Público Maliayo, que desde principios de curso trabajan en el proyecto 'Los Juegos Olímpicos' y que recibieron una clase magistral en la que no faltaron lecciones de historia, vídeos y multitud de curiosidades.

El piragüista Manuel Busto, como embajador olímpico, ejerció de maestro de ceremonias. «Los triunfos no son solo de los deportistas, detrás de ellos hay mucha gente trabajando duro para que logren sus metas, pero también para organizar eventos como los Juegos», explicó.

Acto seguido cedió la palabra a Agustín Antuña, miembro de la Academia Olímpica y del Comité Olímpico Español, que relató la historia de los juegos y desveló a los pequeños que Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, además de ser el primer montañero que escaló el Naranjo de Bulnes también fue el primer español en participar en una cita olímpica en tiro al pichón. Lo hizo en 1900 en París, donde obtuvo la segunda plaza. Antuña también hizo hincapié en los valores del deporte. «Hay que competir en igualdad de condiciones, respetar al contrario y aprender cuando se pierde; el deporte es una filosofía de vida», apuntó.

Por su parte, Manuel Fonseca, exsecretario general del Comité Olímpico Español y exdirector general de Deportes del Comité Organizador de Barcelona 92, añadió que «el esfuerzo, la entrega, el compañerismo y el coraje son atributos que se adquieren a base de mucho trabajo». Su intervención fue mucho más práctica y sacó al escenario a varios niños para mostrarles las banderas, la antorcha y los 8,95 metros del récord de salto de longitud, que ocupa todo el largo del escenario del teatro. Para finalizar, los pequeños comprobaron el tesón y esfuerzo de los deportistas paralímpicos y se despidieron con el himno.