«Intenté plasmar en mis pinturas la historia de mi pueblo y mis gentes»

«Intenté plasmar con mis pinturas la historia de mi pueblo y mis gentes». Con esta frase el dibujante y autor del mural de la 'Salve marinera', que preside la céntrica plaza de El Paseín, Alfredo Menéndez, quiso ayer definir el amor y el compromiso que siente por su villa marinera. En su relato de las celebraciones de la Semana Santa candasina puso el acento en la «pasión» con la que sus paisanos vivían estas fiestas religiosas.

Durante su discurso invitó a los presentes a rememorar otra época como si se tratase de un cuadro: «Recordaréis que, aunque un pequeño pueblo, tenía un dinamismo y una personalidad que lo hacía famoso en toda la costa del Cantábrico. Doy fe de ello porque a mí me tocaba recorrerla, coincidiendo con las costeras, cuando trabajaba en la fábrica de conservas de Portanet. Aunque era un pueblo humilde, en su puerto fondeaban decenas de barcos y funcionaban siete grandes conserveras...».

Alfredo Menéndez se detuvo en algunos de los actos más populares de la festividad con el canto de La Salve Marinera y el Domingo de Resurrección con la ceremonia y procesión del Encuentro. Los dos emblemas de la celebración religiosa de Candás: «Qué emocionante era oír aquel gran coro que reunía varias generaciones. Recuerdo el vozarrón del 'Cogoyo' y las dulces voces de Olvido y Rosaura y, por supuesto, al fondo, los acordes del órgano pulsado por las manos de la inolvidable Sarita Pascual».