Un catalán con raíces en Pravia, entre los pasajeros del avión siniestrado

Asturias se ha visto doblemente salpicada por el trágico suceso aéreo que truncó la vida de 150 personas. En el avión de la compañía Germanwings viajaba Pilar Vicente Sebastián, de 54 años y esposa de un avilesino afincado en Barcelona, y Pablo Esteban, de 48 años y natural de Barcelona, pero con orígenes asturianos. Los dos estaban muy vinculados al Principado, donde tenían sus segundas residencias y disfrutaban junto a sus respectivas familias de sus vacaciones. El destino quiso también que ambos viajaran a Alemania en el 4U9525 por un mismo motivo: visitar a sus hijos.

Pablo Esteban nació en Barcelona, pero su padre, Gregorio Esteban, era natural de la localidad de Beifar (Pravia). Emigró a Cataluña junto a su esposa, de procedencia vasca, donde nacieron sus dos hijos: Pablo y Alberto. Gregorio supo inculcar a sus dos vástagos su amor por Asturias y por Beifar en particular, donde la familia conserva la vivienda familiar de sus abuelos, en la que pasaban largas estancias durante sus vacaciones veraniegas.

Esa pasión por Asturias la heredó especialmente Pablo, trabajador del sector informático y divorciado, a quien era habitual verle en la localidad praviana, incluso tras la muerte de su progenitor. «Seguía viniendo todos los años, por vacaciones, con sus tres hijos y su madre», explican los vecinos. «Le gusta mucho venir y estaba muy integrado en Pravia. Se le veía mucho con los niños por la playa de Aguilar», comentaban ayer en el concejo, donde siguen sin poder asimilar que Pablo, el catalán, como le conocen también fuera pasajero del fatídico vuelo. «Era muy buena gente y le gustaba mucho Asturias. Decía que se quería jubilar aquí», rememora César Marcos.

El propio alcalde del municipio, Antonio de Luis Solar, reconocía ayer el impacto que supone para los vecinos de Pravia saber que uno de los fallecidos en el accidente aéreo ocurrido en los Alpes franceses veraneaba todos los años en Beifar. «La tragedia es tremenda en su conjunto, pero en la medida en la que se conoce a una de las personas fallecidas, afecta mucho más», asume el regidor.

En Avilés siguen sin poder digerir que Pilar Vicente Sebastián, la esposa del abogado avilesino Luis Menéndez, afincado en Barcelona, también cogiera ese vuelo con destino a Düsseldorf. Iba a visitar a sus dos hijos, de 20 y 21 años, que estudian ingeniería y arquitectura con una beca Erasmus en Alemania. Su marido e hijos viajaron ayer a Seyne-les-Alpes para seguir de primera mano la recuperación de los cuerpos de las víctimas y despedir, de alguna manera, a Pilar.