María Teresa Tuñón, en la cama en la que pasó los últimos meses con enormes dolores. TPA

María Teresa Tuñón, la exconcejala de IU que pidió la eutanasia, recibe ayuda para morir

Tanto la familia como la asociación DMD agradecen al Principado la celeridad para atender su petición sin agotar los plazos previstos por la ley

Jueves, 18 de agosto 2022, 22:41

María Teresa Tuñón (Arroxo, Quirós, 1935) era una luchadora nata y decidió luchar hasta el final: reclamando morir dignamente y haciéndolo público para normalizar un derecho garantizado desde el pasado 25 de julio de 2021. Un final que acaba de llegar tras una vida plena ... y comprometida con los más desfavorecidos y después de que el Servicio de Salud del Principado atendiese su petición sin agotar los plazos previstos por la ley de eutanasia, un proceso que puede prolongarse 45 días. Demasiados para muchos enfermos terminales.

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«Nadie te obliga a hacerlo si tú no quieres, pero, si tú lo deseas, tienes que ser dueña de tu cuerpo para tener una muerte digna». Eso dejó dicho a modo de testamento la quirosana de 87 años, que se quedó viuda a los 47, que fue madre de siete hijos –de los que tres fallecieron– y que padecía un cáncer de esófago diagnosticado en mayo que, en los últimos tiempos, le provocaba tal sufrimiento que era prácticamente incapaz de comer y levantarse de la cama a pesar de los parches de morfina. Una vida exprimida al máximo en la que recorrió cerca de cuarenta países –de la India a Marruecos– y en la que su compromiso fue tan firme que, tras la invasión de Irak por EE UU, no dudó en desplazarse al país como escudo humano y permanecer veintiún días bajo las bombas, experiencia que plasmó en un libro titulado 'Diario de una abuela brigadista en Iraq', en un documental y en un blog.

Hasta que, el pasado diciembre, esta abuela de ocho nietos y bisabuela de cuatro biznietos empezó a sentir los primeros síntomas de que algo no iba bien en su casa de Bárzana, cuando comenzó a costarle trabajo tragar y acudió a consulta esta mujer poco amiga de médicos que, entre otras muchas cosas, fue profesora de FP y concejala de Izquierda Unida en Grado con José Sierra como alcalde.

Tuñón, que muchas veces sintió la tentación de suicidarse, finalmente no lo hizo. Pero no por falta de valentía, que le sobraba, sino porque no estaba dispuesta a que «resultase traumático» para quien la encontrase. Yse ha ido con el respaldo y el calor de su familia, porque –como ella misma preguntó– «¿quién quiere ver a un ser querido sufrir?». Una familia que ayer agradeció al Principado su celeridad, al igual que hizo Fernanda del Castillo, presidenta de Derecho a Morir Dignamente en Asturias.

«Se han hecho las cosas bien tanto por parte del médico y los profesionales que la atendieron como por la Dirección General de Cuidados», agradeció la portavoz de la asociación, que se quedó con lo más importante: «Se ha cumplido la voluntad de Teresa». La que, en su cuenta de Twitter, donde siguió alzando la voz contra las desigualdades, se definía como «luchadora por la paz y la justicia en el mundo». Dueña de su muerte como los cinco asturianos que consiguieron poner fin a su vida durante el primer año de aplicación de la ley. Para otros cuatro, la eutanasia no llegó a tiempo.

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