La OMS define la salud como un estado de bienestar fÍsico, emocional y social. Un objetivo idealista que, sin embargo, ha de permitirnos reimaginar el mañana. «El problema ya no es vivir cien años, sino cómo vivirlos», indicaba precisamente ayer Gustavo Paseiro, presidente de los fisioterapeutas españoles, al dar comienzo al I Congreso Internacional de Fisioterapia.
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Una cita que congregó a más de 200 profesionales y ponentes de distintas especialidades -doctores, fisioterapeutas deportivos y clínicos- en el Palacio de Congresos de Oviedo. La conferencia inaugural fue ofrecida, de forma telemática, por María Neira, directora de Salud Pública de la OMS. Planteó que el quid de la cuestión reside en no descuidar ninguna de las tres dimensiones de la salud: humana, animal y ambiental. Con respecto a esta última fue rotunda: «La pandemia ha de acelerar la transición verde en las ciudades».
Otro aspecto en el que incidió Neira fue la necesidad de reforzar las plantillas sanitarias. «Debemos entender que la salud, más que gasto, es una inversión que redunda en la calidad de vida de todos», adujo.
Acto seguido tomaron la palabra los fisioterapeutas, para ahondar en cuestiones técnicas en torno al tema vertebrador de la sesión: 'Movimiento y dolor'. Al acto también asistieron José Antonio Vega, decano de la Facultad de Medicina, y María Blanco, presidenta del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Asturias.
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