Las malas conexiones lastran al turismo rural asturiano

Un verano que en líneas generales fue muy bueno para el sector turístico asturiano, que vio como los buenos datos de ocupación obtenidos en agosto compensaron la caída de visitantes registrada en junio y julio. Según los datos aportados por Fernando Corral, representante de la patronal turística Otea en la Mesa de Fade, en agosto pasado se alcanzó una ocupación del 93%, es decir, un 10% más que en el mismo mes del año pasado.

A este incremento ha contribuido en buena medida la mejora de las comunicaciones en Asturias, con la llegada del AVE y las conexiones aéreas internacionales. Pero, paradójicamente, esa notable mejora es, también, uno de los principales causantes de que el turismo rural no levante cabeza. Porque está claro que la alta velocidad y los aviones procedentes de otros países traen un importante número de viajeros, pero se quedan en las grandes ciudades o zonas próximas a ellas. A las alas, donde es la oferta de turismo rural la hegemónica, ese tipo de turista no llega. Y los representantes de este sector, como Jaime García, presidente de Arca, tienen clara cuál es una de sus principales causas: las malas comunicaciones, que están suponiendo un importante lastre para este tipo de alojamientos.

Por ello, desde Fade se pide dar un mayor impulso al plan de cercanías -las actuaciones previstas no se están ejecutando al ritmo esperado y no están siendo suficientes- y establecer un sistema de lanzaderas adecuado que permita al visitante acudir a la zona donde se aloja. Este servicio ya funciona desde que la llegada del AVE, pero se desconoce -la Consejería de Fomento no facilita los datos- el número de usuarios que han utilizado un servicio que, por otro lado, está mal publicitado por parte de la Administración.

A ello se suma, apuntan desde la patronal asturiana, un «exceso de oferta» de viviendas de uso turístico. Por eso entienden que es necesaria acometer la regulación de este tipo de alojamientos que impulsó el Gobienro del Principado y que no pudo tramitarse en la Junta el pasado verano por la negativa de Vox a hacer hábil el mes de julio para la actividad legislativa de la Junta General.

En la reunión de ayer también se alertó desde la Mesa de Turismo de unas malas previsiones para el otoño. A la espera del cierre del mes, había buenas perspectivas para septiembre. Sin embargo, no parece que se estén cumpliendo. «Septiembre es el vacío total», dijo Jaime García.

El aumento de turistas de este verano no se vio reflejado en el gasto. Al menos en hostelería. Según el vicepresidente de Otea, Fernando Corral, el gasto en este sector por comensal se ha visto reducido en un 10% de media. Ha tenido más incidencia en el turista nacional que en el extranjero. Es decir, los visitantes españoles se han contenido más a la hora de consumir que los extranjeros.

Por cierto, los visitantes de otros países sí han experimentado un crecimiento espectacular. Como ya publicó EL COMERCIO el pasado 1 de septiembre, a llegada de visitantes extranjeros aumentó un 178%, siendo los holandeses el mayor número de extranjeros que optaron por pasar sus vacaciones en la región.