«Comienzo con muchísima ilusión y con el deseo de brindar el diálogo a todos los sectores educativos, a las fuerzas sindicales, las familias, asociaciones, profesores, alumnado y ayuntamientos». Una firme declaración de intenciones. La nueva consejera de Educación, Lydia Espina, comenzó así su ... andadura al frente de la enseñanza asturiana. Prometió el cargo, saludó con la mano en el corazón a todo el Gobierno, agradeció a familia y amigos todo el apoyo e, inmediatamente, hizo un llamamiento por el diálogo. El mismo diálogo que Adrián Barbón había comprometido el domingo pasado, cuando anunció el relevo de Carmen Suárez y el nombramiento de Espina. Diálogo, dijo la consejera, con «todas las personas que quieran y necesiten de la consejería. Mis puertas y las del equipo que se conforme estarán abiertas. Debe ser una consejería que responda y resuelva los problemas, que esté cercana a las necesidades. Esa debe ser la base: la escucha activa, el diálogo y la empatía con toda la sociedad». Ofrece eso y también «todo mi esfuerzo y mi interés en intentar que todo se coordine de la mejor forma».
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Sin duda, Espina tenía muy claro el primer mensaje que quería lanzar a la comunidad educativa, consciente como es de que las relaciones con algunos colectivos no pasan por su mejor momento. Quizás por esto tuvo un guiño para todos. Para profesorado, alumnado y familias, por el esfuerzo de los últimos tiempos. Pero, sobre todo, para los equipos directivos. Porque no puede olvidar, dijo, que hace solo un año ella era un de ellas, de las que andaba «haciendo horarios, poniendo pegatinas, colgando señales y comprando mascarillas». Porque sabe del «estrés vivido» y las dificultades, confesó su empatía.
No obstante, hay algunas líneas que parecen claras. Su prioridad es el inicio de curso, cuyas instrucciones están ya publicadas y han sido rechazadas por el Consejo Escolar. ¿Puede aún haber modificaciones? Por el momento no parece posible. «Las instrucciones ya se han publicado y estamos en una línea de trabajo que las respetará».
A partir de ahí, estas son las prioridades que la consejera se ha marcado. Eso sí, primero ha pedido «un poco de tiempo, para centrar y pensar cómo voy a planificar lo que viene». Que no es poco.
«Mi prioridad absoluta es es el inicio de curso, que será presencial. Queremos que transcurra todo con la mayor normalidad posible, en un torno seguro». Queda apenas un mes para que los claustros vuelvan a los centros y poco más para que Infantil y Primaria regresen a las aulas. «En seis semanas empieza el curso y debemos estar a la altura y cumplir las expectativas».
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Estas instrucciones son el principal caballo de batalla, porque sindicatos y familias han pedido su modificación. El objetivo es la presencialidad, mientras se han recuperado las ratios anteriores a la pandemia y se han suprimido la mayoría de los refuerzos que hubo en este último año. Espina se remitió este jueves a esas instrucciones. «Lo que tenemos que hacer es planificarlo para que se respeten las medidas sanitarias». Para ello, hay flecos que organizar, como los centros que no tienen espacio para guardar las distancias. Por el momento, «no puedo anunciar más novedades».
Tocará esperar, aunque la consejera mandó otro importante mensaje: «Que esté todo planificado y que se informe a la comunidad educativa en tiempo y forma de las decisiones que se vayan tomando».
La circular de inicio de curso que la consejería ha remitido a los centros ya lo dejaba claro: hay que avanzar y profundizar en la digitalización del sistema educativo. Lo que llegó con fuerza como una necesidad, por la pandemia, «debe quedarse, para vivir con ella de manera normalizada, en la vida de los alumnos y el profesorado».
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Es, sin duda, un momento especial para la Formación Profesional. Como recordaba recientemente el director general de Enseñanzas Profesionales, Javier Cueli, confluyen muchos intereses, muchos sectores convencidos de la importancia de estas enseñanzas. Y hay que aprovecharlo. «Debemos potenciar desde nuestra consejería la Formación Profesional, en un momento que en que coge muchísima fuerza con la nueva ley».
Es uno de los eternos compromisos de la Consejería de Educación. La red de escuelas infantiles de 0 a 3 años está siempre en el centro del debate. Para Espina también lo estará. «Es una red fundamental. Creo que debemos ampliarla y reforzarla».
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«Los sindicatos son un eje vertebral del sistema educativo. me reuniré con ellos e intentaré retomar el diálogo y reabrir puentes a la mayor brevedad posible. Porque es fundamental una buena relación con ellos», dijo la consejera.
Cuando los alumnos de Secundaria vuelvan a clase, el 14 de septiembre, «habrá un alto porcentaje de alumnado vacunado. Las expectativas de comienzo de curso son mucho más positivas que el año pasado».
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