Las desavenencias familiares salieron a relucir tras su muerte

Posiblemente ello llevó a que uno de sus hermanos, José María, presentara la denuncia contra Aránzazu Palomino y Luis Lorenzo al sospechar de la muerte de María Isabel. También solicitó que se practicara una primera autopsia, en la que no se encontró nada extraño y, posteriormente, una segunda que fue la que detectó alta presencia de cadmio y manganeso en el cuerpo de su hermana.

Lo cierto es que la pareja no despertaba muchas simpatías en el ámbito familiar. Según cuenta 'Abc', a través del testimonio de los denunciantes, el hermano de María Isabel, José María, y su esposa, Chelo, a la fallecida «se la llevaban engañada para pasar unos días y así pagar algunas cosas. Una de las veces consiguió escaparse y vino sin ropa. Y la última vez, como no podíamos comunicarnos con ella, denunciamos su secuestro. En junio del año pasado ya volvió muerta, pesaba 35 kilos. Siempre sospechamos y por eso decidimos denunciarlo. Queremos que se haga justicia».

Una vecina de la localidad de Rivas, donde residen el actor y la sobrina de la fallecida, declaró a este mismo diario que «habían abandonado» un par de meses antes de su fallecimiento a María Isabel en un centro comercial «durante varias horas» y que cuando, finalmente, Aránzazu acudió a recogerla, «increpó a los presentes y actuó de muy malas maneras hacia ellos».

De la sobrina de la anciana se ha insistido en su carácter, un tanto complicado y que protagonizaba «frecuentes rabietas», según recoge 'Abc'.

De Luis Lorenzo se apunta a su «gusto por el dinero» y su tendencia a «acercarse a mujeres con cierto poder adquisitivo». Que le gusta el lujo y que se «aprovecha» de su planta de galán son otras de las descripciones de él han sido publicadas en diversos medios nacionales.

En el pueblo de la tía de su mujer, en cambio, apenas lo conocen. Según relataron el pasado viernes varios vecinos a EL COMERCIO, «él nunca venía por aquí y ella prácticamente tampoco».

En cambio, hay un día en que todos recuerdan la presencia de la pareja en la parroquia de Las Regueras: el del funeral de María Isabel, que se celebró en la iglesia parroquial de San Esteban de Valduno.

La bronca que protagonizaron los familiares vuelve a estar presente en el recuerdo de quienes la vivieron y de a quienes se lo contaron. Fue el 30 de junio, dos días después de su fallecimiento.

En un momento de celebración de la Eucaristía, la mujer de Luis Lorenzo, hija de una hermana de María Isabel, se acercó a decir unas palabras cariñosas hacia su tía y en ese momento varios familiares comenzaron a proferirle insultos.

Entonces, el artista salió en defensa de su pareja y declaró a los familiares que su mujer siempre había tratado muy bien a su tía, lo que contribuyó a caldear aún más los ánimos. El cura, que oficiaba la misa, intentó, dicen, calmar a los asistentes, sin mucho éxito.

Salvo por ese episodio, en Valduno no se hablaba de la pareja y la noticia del posible envenenamiento causó una evidente sorpresa en el vecindario.

El letrado pide respeto y que se deje de especular y confía en que el levantamiento del secreto de sumario haga que todas estas afirmaciones no tengan fundamento alguno.