La lluvia ayuda a acabar con la oleada de fuegos y deja sólo tres focos en revisión

Aunque a las 8.37 de la mañana la consejera de Presidencia, Rita Camblor, ya había declarado el paso a fase de alarma en situación 0 del Infopa, es decir, del Plan de Incendios Forestales del Principado, a lo largo de la mañana aún se trabajaba en algunos focos. Según fuentes del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), a primera hora de la tarde quedaban por revisar siete incendios en Allande, Las Regueras, Tineo, Valdés (Riopinoso, Paladeperre y Merás) y Villayón.

Tanto que, por primera vez en días, el mapa que cada día publica el SEPA con el índice de incendios en Asturias no apareció teñido de rojo. De hecho, ese color, que marca los niveles de riesgo 'muy algo', 'extremo', 'extremo por recurrencia' y 'extremo por contaminación', no aparece en ninguno de los 78 concejos de la región. Los colores predominantes en el mapa son el verde (riesgo bajo), amarillo (riesgo moderado) y naranja (riesgo alto).

Nada en comparación con la situación vivida durante la noche, con 27 incendios en 14 concejos, con especial vigilancia durante toda la noche en el caso de dos: el localizado en Prada, en el consejo de Allande, y el de Navedo, en el de Illano.

Mientras, la Guardería de Medio Natural vigilaba y revisaba los incendios en Boal (Castrillón), Cabrales (Arangas), Cangas del Narcea (Besullo y Villategil), Gozón (Condres), Piloña (Breza, Qués y Pedroso), Quirós (Villagime, La Rebollada y Faedo), Las Regueras (Soto), Siero (La Paranza), Teverga (Villamayor), Tineo (Tuña, Lavadoira y Naraval), Valdés (Merás, Longrey, Paladeperre, Enverniego, Riopinoso, San Cristobal y Biescas) y Villayón (Bustefollado).

Pero llegaron las lluvias de las que ya había advertido la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y acabó con todos ellos. Llegaron los 18 litros por metro cuadrado registrados en Colunga, el concejo con la máxima precipitación de la mañana, seguido de Taramundi, donde cayeron 12,8 litros por metro cuadrado. En Piloña, muy esperada, la lluvia llegó en forma de chaparrón con 11,8 litros por metro cuadrado. Como lo hizo en Degaña, con 9,8 litros, o en Pajares, con 8,5, casi los mismos que en Tineo: 8 litros. Esto continuará, al menos, hasta el domingo. Para mañana y el viernes la probabilidad de que llueva en la región es total.

No se espera la vuelta de las nieves, ya que la cota va en ascenso, pasando de 1.100 a más de 1.500 metros, pero sí del frío, tras el espejismo de altas temperaturas de la Semana Santa.

El Principado amaneció ayer con los 1,4 grados en el Puerto de Leitariegos y los 1,6 de Pajares. El calor hubo que buscarlo en la costa, con los 17,4 grados de máxima alcanzados en Gijón o Colunga. Las estaciones del aeropuerto asturiano y en los cabos de Peñas y Busto pasaron de los 16 grados.

Hoy habrá cielo nuboso o cubierto con lluvias débiles y chubascos dispersos que se extenderán del litoral hacia el interior a lo largo de la mañana. Además de la posibilidad de brumas y nieblas dispersas en zonas altas de la Cordillera al principio y final del día, lo que sí se esperan son temperaturas en descenso.

Y si la alerta por fuegos disminuye, aparece la de fenómenos costeros. La Aemet marca nivel amarillo para la costa asturiana por viento. Se esperan rachas de hasta 61 kilómetros por hora a lo largo de la cornisa asturiana. Será un viento de Oeste a Noroeste de fuerza 7, que vendrá acompañado de mar combinada del Noroeste de cuatro a cinco metros.

La alerta está en vigor desde ayer a las seis de la tarde y hasta la misma hora de hoy, en el caso de la costa occidental. Dos horas más, hasta que falte un minuto para las ocho de la tarde, estarán en alerta los concejos asturianos de la costa oriental, con Avilés como límite entre ambas.