Lengua y Literatura para comenzar una EBAU que se celebrará en 17 sedes

A lo largo de los años ha tenido muchos nombres. Selectividad, PAU, EvAU o EBAU... Y todo ello hace referencia a lo mismo: las pruebas de acceso a la universidad. Lo que no ha cambiado nunca han sido los nervios, los corrillos previos a los exámenes, o las comprobaciones al salir. Las alegrías -o disgustos- al ver como una respuesta correcta o fallida pueda ser determinante para que la nota obtenida te permita estudiar la carrera de tus sueños, o tengas que intentarlo de nuevo. Esa presión sobre los hombros de los estudiantes se mantiene siempre perenne.

En estos últimos años se suma a todo ello la presencia de la covid-19 en nuestras vidas, lo que hace que los alumnos, además de concentrarse en que no se les escape ni un solo dato, se aseguren también de mantener distancias, colocarse correctamente la mascarilla, o tener a mano el gel desinfectante. Desde la Universidad de Oviedo, desde donde se encargan de preparar los exámenes y comprobar que todo esté a punto para los grandes días, ya han dispuesto lo necesario en las diecisiete sedes que componen el entramado a lo largo y ancho del Principado. En todas ellas, se comenzarán las pruebas siguiendo un mismo orden y a la misma hora, funcionando como una sola.

Siete en Oviedo, tres en Gijón, y una en Avilés, Mieres, Langreo, Luarca, Cangas del Narcea, Ribadesella y Tapia de Casariego. Todas, tal y como ha indicado el rector de la Universidad, Ignacio Villaverde, «funcionando como una única máquina perfectamente engrasada, lista para recibir a los estudiantes».

El rector también ha querido aprovechar estas horas previas para enviar un mensaje positivo a los 4.829 alumnos asturianos que se enfrentan a la temida EBAU esta tarde. «Solo me resta desearles mucha suerte porque se enfrentan a un momento trascendente. Les diría que no se preocupen porque lo van a hacer muy bien porque saben mucho».

Este año, todo comienza con Lengua Castellana y Literatura, examen que tendrá lugar a las 15.45 horas, y que, como todos los test, tendrá una duración de una hora y media. Con esto, los estudiantes tendrán un primer contacto con una prueba en la que, por muchos exámenes que realicen, los nervios previos a la entrega de las preguntas no desaparecerán. Incluso los más aplicados mueven nerviosos sus piernas, juguetean con los bolígrafos, o buscan el apoyo en los compañeros colindantes con la mirada antes de que las dos opciones de cuestionario, la A y la B, lleguen a sus temblorosas manos.

Tras Literatura, seguirá Historia de España, que pondrá el broche al día. A partir de mañana, comenzarán los idiomas y las diferentes áreas específicas, que se extenderán también a lo largo del jueves. Desde entonces, el punto final de esta carrera de fondo deja de ser común, y cada estudiante será «libre» -una de las expresiones más utilizadas a lo largo de los años para marcar el fin de la selectividad- en puntos diferentes, pero como máximo se extenderá hasta el jueves a las 17.45 horas, momento en el que termina el último de los exámenes.

Después de todo el esfuerzo, las horas de estudio, y las noches en vela, llegará el verano más esperado por los estudiantes, un verano que marcará un antes y un después, el último antes de dar un paso más hacia la vida adulta. Un verano para disfrutar, aunque con distancia de seguridad.