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Los visitantes de la Fundación Cultura Minera, en Torre del Bierzo, dejan sus lazos de los deseos en la barandilla del río Tremor Álex Piña
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La Fundación Cultura Minera de Torre del Bierzo homenajea a los mineros fallecidos en Cerredo, entre ellos su vecino David Álvarez, con un gran crespón negro

Chelo Tuya

Torre del Bierzo

Domingo, 6 de abril 2025, 16:06

La Fundación Cultura Minera de Torre del Bierzo no podía estar en otra calle que en la avenida de Santa Bárbara. Y, como en las instituciones de la vecina comarca Laciana, tampoco podía estar de otra forma que cerrada. El luto por los cinco mineros leoneses fallecidos el 31 de marzo pasado en el accidente de la mina Cerredo, en Degaña, ha conmocionado a toda la familia minera. En Torre del Bierzo, especial el recuerdo a David Álvarez, nacido, criado y vecino de la villa, que junto a sus compañeros Rubén Souto, Iván Radío, Jorge Carro y Amade Bernabé perdió la vida en el accidente provocado por una explosión de grisú.

«Yo trabajé con su padre, que era barrenista, como yo, en Brañuelas. El hermano es camionero, pero David era minero». Lo dice José Luis Fernández (Páramo del Sil, 1965) que, pese a que la Fundación Cultura Minera está cerrada, con un impresionante crespón negro colgando de su fachada, en su faceta de guía altruista no deja de ir a echar un ojo por la zona.

Porque, pese a que un costero le destrozó la mano cuando trabajaba en Antracitas de Brañuelas, «me tuvieron que reconstruir tres dedos», la mina sigue dentro de él. Ese accidente puso fin a su vida laboral, «trabajé diez años en Virgilio Riesco, en el pozu María Ángela, y luego 6 años en Antracitas de Brañuelas, hasta el accidente», pero no su vinculación con la minería.

José Luis Fernández, guía de la Fundación Cultura Minera, de Torre del Bierzo. Abajo, la entidad. En la última foto, la entrada a la mina del oro. Álex Piña
Imagen principal - José Luis Fernández, guía de la Fundación Cultura Minera, de Torre del Bierzo. Abajo, la entidad. En la última foto, la entrada a la mina del oro.
Imagen secundaria 1 - José Luis Fernández, guía de la Fundación Cultura Minera, de Torre del Bierzo. Abajo, la entidad. En la última foto, la entrada a la mina del oro.
Imagen secundaria 2 - José Luis Fernández, guía de la Fundación Cultura Minera, de Torre del Bierzo. Abajo, la entidad. En la última foto, la entrada a la mina del oro.

«Hago de guía porque me da mucha pena que estén dejando morir todo esto (en referencia a los pozos y las instalaciones mineras). Muchos ya no saben lo que era trabajar en la mina».

Para que nadie lo olvide, desde hace cinco años está abierta esta entidad, «una iniciativa privada de un empresario minero que, antes, fue minero. Va a cumplir 90 años y dice que es su capricho, que mientras él viva, ahí estará», explica. Se refiere a Manuel Lamelas Viloria, que cedió «la casa en la que él vivió y luego fueron las oficinas de la empresa», a crear una fundación donde se recoge todo lo relativo a la industria minera berciana.

Aunque Fernández explica que «los meses de invierno son más flojos», el museo es visitado «por hasta 600 personas al mes», que pagan seis euros por dos horas de visita guiada, «donde presentamos el museo y, también, todas las naves que tenemos con material de todas las épocas».

Reconoce el barrenista reconvertido en guía que «los que mejor lo pasan son los críos, aunque creo que también los padres, porque durante dos horas les tengo entretenidos». A ellos les cuenta él cómo se subía y bajaba a la mina. «Se pueden sentar en las carruchas», ven todas las piezas de la mina y, claro, los vehículos. El favorito, «el autobús de los mineros de Bembibre. Se trajo de Estados Unidos y es uno escolar, de color amarillo. Aquí lo tuvimos que pintar de azul, porque nos confundían con correos».

A cada visitante, con la entrada se le regala un lazo, «del color que quieran», que dejan atado en la barandilla sobre el río Tremor tras pedir un deseo. Los mineros, dice Fernández, «siempre eligen el lazo negro». Como el que desde el día 31 enlutece a la familia minera. El deseo es que la mina no vuelva a matar más.

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