480 kilómetros en tractor por la ruina del campo asturiano

Iván, Miguel, Javier y Borja se juntaron en El Berrón, y desde ahí y siempre por carreteras nacionales y secundarias, subieron el puerto de Pajares, atravesaron León y Valladolid y a la hora en que se escribe esta crónica están a punto de llegar a San Rafael, en Segovia, para afrontar la subida del Puerto de los Leones.

«Lo hacemos con fuerza, porque sabemos que hay mucha gente detrás», indican, y cuentan que «ya subiendo Pajares, que estaba amaneciendo, los camiones nos saludaban y nos daban luces, y la gente de los coches nos animaban también». La primera parada técnica tuvo lugar en el conocido restaurante Ezequiel, de Villamanín (León), donde desayunaron entre palabras de ánimo de camioneros y otras personas que se les acercaron a conocer sus reivindicaciones y apoyarles, mientras en el aparcamiento de Ezequiel sus cuatro tractores (tres Fendt y un New Holland) llamaban la atención por su impresionante apariencia y por las banderas de Asturias y pancartas que portan en su parte trasera y que rezan 'El campo lucha, ¿quién lo escucha?'.

Ese mensaje está recorriendo hoy medio país, y fue jaleado por los campos de León y los de Castilla. Mañana será el grito mudo con el que los tractores asturianos encabezarán la manifestación que discurrirá desde las doce del mediodía desde la plaza de San Juan de la Cruz (junto a Nuevos Ministerios) por La Castellana hasta Atocha, justo ante la sede del Ministerio de Agricultura, si bien buena parte del enfado de los agricultores y ganaderos (especialmente de estos últimos) se centra más en el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que en el resto de miembros del Gobierno.

«A ver, pediremos su dimisión, pero también la del resto de responsables vinculados a la gestión de la Agricultura y la Ganadería en este Gobierno», indicó Borja Pezón, porque «no se puede dirigir el campo sin pisarlo, sin conocer su problemática''.

Y su problemática principal, como repiten ante cualquiera que quiera prestarles oídos, es que la subida de los costes de explotación de la ganadería y la agricultura se han disparado en el último año, y si ya antes de eso los precios que recibían los productores del campo por la carne, la leche y los productos de la agricultura rozaban las pérdidas, ahora han entrado plenamente en ellas. Máxime, cuando la Ley de Cadena Alimentaria, que presuntamente está destinada a evitar la venta a pérdidas, no solventa con claridad la disparidad y la falta de equilibrio en la negociación entre los productores agroganaderos y los compradores (intermediarios y distribuidores finales), que habitualmente imponen su capacidad financiera a los primeros.

Javier, Miguel, Borja e Iván dormirán esta noche en Collado Villalba, a unos 40 kilómetros de la capital, distancia que recorrerán mañana por la mañana antes del acto de La Castellana. Previamente, los ganaderos y agricultures del cuadrante noroeste de la Península se habrán unido en Collado Villalba y poco después se reunirán en Madrid con los que vienen del resto del país. Según los organizadores, se espera que «aproximadamente medio millón de personas» se junten en las calles de Madrid, para llevar a lo que aún sigue siendo una cañada real las reivindicaciones de un campo que quiere evitar una muerte que muchos dan ya por segura.