La Junta rechaza reprobar a Isaac Pola por la pérdida de las conexiones aéreas

La portavoz del grupo parlamentario de Foro, Carmen Fernández, justificó su petición en la «negligente gestión de las conexiones aéreas de Asturias, que ha derivado en la pérdida de conexiones extranjeras con el consiguiente aislamiento del Principado y ha provocado el incremento del precio del resto de vuelos desde el Aeropuerto hasta nuestra comunidad autónoma». Fernández advirtió que «no apoyar la reprobación al consejero es permitir que el Gobierno siga ahondando en el aislamiento de Asturias», en alusión al rechazo de IU y la abstención del PP.

El portavoz de Izquierda Unida, Ovidio Zapico, justificó la decisión de su partido alegando que «es tiempo de exigir, pero también de sumar fortalezas ante unas compañías aéreas que llevan tiempo riéndose de nosotros», mientras que para el Partido Popular «la única manera de solucionar la conectividad aérea es cambiar el Gobierno, no al señor Pola», tal y como defendió el portavoz Pedro de Rueda.

Por su parte, el diputado de Ciudadanos Armando Fernández Bartolomé fue muy crítico con el «desastre» del Gobierno en el asunto de las conexiones aéreas. Reprochó al gabinete que «carece de una verdadera política de turismo» y afirmó que se limita a elaborar «pliegos a la carta». La portavoz de Podemos, Lorena Gil, rechazó una gestión que «impide la concurrencia de líneas aéreas» y que prioriza los enlaces con el aeropuerto londinense de Heathrow en lugar de Stansted, que «mueve más pasajeros». «El Gobierno ha creado un problema dando un monopolio a Iberia y ahora se quejan y piden que les ayuden a solucionar dicho problema», dijo.

La socialista Dolores Álvarez Campillo defendió la labor del consejero e indicó que «la reprobación al Gobierno se llama moción de censura». Criticó el, a su juicio, abuso que se hace de esta figura utilizada en cuatro ocasiones por la oposición e irónicamente aseguró sentir «envidia» por no ser objeto de una reprobación. Para Álvarez Campillo, Foro Asturias recurrió a esta medida «no porque el consejero haga las cosas mal, sino por no hacerlas como a ellos les gustaría».