La joven letona hallada muerta en Quirós falleció intoxicada con una infusión de tejo

Se había instalado allí hace apenas tres semanas, en la vivienda de una familia extranjera que se había ausentado del pueblo hace varios días. La mujer está embarazada y se desplazó a su ciudad de origen para dar a luz. Megija se quedó en la localidad quirosana al cuidado de la casa y de los perros de la familia.

Se da la circunstancia de que en el concejo de Quirós, en Bermiego, se encuentra uno de los tejos más emblemáticos de la región, de unos 800 años y al que históricamente se le ha atribuido una simbología mágica. El conocido como árbol mágico de los celtas, también como árbol de la muerte, se encuentra muy presente en el entorno asturiano. El cristianismo adoptó esa simbología y lo incorporó como referente de la vida y la eternidad. Así, es muy frecuente verlo junto a las iglesias y cementerios de la región. El tejo de Bermiego, texu en asturiano, está a apenas cinco kilómetros de la vivienda en la que falleció Megija.

La Guardia Civil da por cerrada la investigación iniciada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de la joven y señala que se trató de un acto voluntario. No se han apreciado indicios de criminalidad. Al parecer, en la casa los agentes encontraron utensilios con restos de taxina, una sustancia de alta toxicidad que se encuentra principalmente en las hojas del tejo. Dos gramos de esas hojas por kilo de peso resultan letales.

Los síntomas de la intoxicación por la ingesta de taxina van desde las náuseas y vómitos hasta las convulsiones y las crisis cardiacas que pueden acabar en fallecimiento, como parece ser que fue el caso de la joven Megija Bogdanovica. La joven llevaba varios meses viajando por España. Anteriormente había estado en Cataluña, País Vasco y Cantabria. Llegó a Asturias en el marco de un voluntariado conocido como 'workaway', mediante el cual se ofrece comida y alojamiento a una persona a cambio de que colabore en las tareas domésticas.

El cadáver de Megija será repatriado en los próximos días, una vez que la Guardia Civil y la autoridad judicial han determinado que no existen indicios que involucren a terceras personas en el suceso. La muerte de la joven ha alterado la habitual tranquilidad de la zona de Salcedo, la misma que ha hecho que en los últimos años varias familias de origen extranjero hayan elegido este entorno para instalarse.