Jorge Espina - Presidente de la Junta de Personal Docente no Universitario

«Dialogar consiste en reunirse y trabajar, no en estar como Willy Fog por Asturias»

–No se recuerda la última convocatoria de huelga en la educación asturiana. ¿No ha habido etapas más complicadas que ésta?

–Todo se debe a la falta de diálogo. Es lo que lleva a cuatro organizaciones a anunciar una convocatoria de huelga. Llevamos denunciándolo desde septiembre, pero la cerrazón es absoluta. No escuchan.

–Hay una reunión prevista la semana que viene.

–Desde el año pasado, con la Junta de Personal la consejera se ha reunido en tres ocasiones. ¿Eso es diálogo? Eso es postureo.

–La consejera ha anunciado mejoras y negociación.

–Sí, lo anuncia. Pero después, medidas concretas no hay ninguna. En la reunión de finales de marzo presentó un borrador sobre las medias jornadas. Si hubiera diálogo sincero lo normal es que se hubiera creado una comisión para avanzar en el tema. Pero nunca más se supo. Y eso, con la única medida con la que han presentado un borrador. La mayor prueba de que las cosas van mal son los problemas para cubrir las plazas de directores: 58 centros no encuentran a nadie del claustro que quiera asumirlo. Y 14 escuelas de 0 a 3, la joya de la corona del Gobierno, tampoco. Es lo que abocó al conflicto. Están avisados desde principio de curso. Dialogar consiste en reunirse, trabajar, estar en la consejería, no en estar todo el día como Willy Fog con la maleta en Candamo o en Grandas de Salime, haciendo los mismos anuncios siete días a la semana.

–Lydia Espina llegó en la anterior legislatura precisamente para calmar los ánimos, tras la marcha de Carmen Suárez. ¿Cuándo se han torcido las cosas?

–Es verdad que parecía que Lydia Espina tenía otro talante, a priori parecía abierta al diálogo. Pero llevamos un año en que más allá de las palabras no se hizo nada. Además, da la sensación de que actúa a raíz de las movilizaciones. Es normal que las organizaciones sindicales hayan elevado el diapasón. Bastante paciencia hemos tenido.

–Llama la atención la convocatoria cuando hay una reunión prevista la próxima semana.

–Anuncia la reunión del 13 después de la manifestación de la semana pasada. Es que pedimos cosas muy sencillas. Como los días de asuntos propios, que tanto trabajo nos costaron.

–¿Qué tiene que proponer la consejera para que no haya huelga?

–Un calendario serio de negociación que incluya las peticiones que ella ya conoce: las 23 horas, la negociación para la reducción de la carga lectiva para mayores de 55 años y negociar el acuerdo de plantillas. La última vez que se revisó era consejero Iglesias Riopedre. Hace 23 años. No puede ser.

–¿Y todo ello tiene que ir acompañado de presupuesto?

–Claro. El otro elemento que llama a los sindicatos a la movilización ahora es eso. En septiembre, la consejería va a esgrimir el mismo argumento de siempre: que el anteproyecto de presupuestos ya está hecho. Nos abocan a elevar la presión ahora y casi a 'ayudar' a la consejera a que en las negociaciones internas en el Consejo de Gobierno por primera vez hagan caso a la educación. A Barbón se le llena la boca con que uno de los pilares de la región es la enseñanza: pues somos los peor pagados de todo el Estado. Si el Sindicato Médico se moviliza, tiene mejoras. ¿Y el profesorado? Tenemos que acudir a estas movilizaciones para tener cosas tan básicas como cuatro días de libre disposición, cuando el resto de funcionarios tienen 6.

–Hay quien dirá que ya bastantes días libres tienen...

–A mi me muere un tío el 13 de marzo y no tengo permiso para asistir al funeral. Para eso es un día de asuntos propios, que debe ser lo mismo para un profesor, un cirujano o un empleado de Hacienda.

–¿Puede llegar la petición de dimisión de la consejera?

–No está sobre la mesa. Pero es un toque de atención: se tiene que poner a gestionar. Y en lo que llevamos de año, gestión poca.

–¿Es la dirección general de 0 a 3, Centros y FP (en la que estaba Eva Ledo) demasiado grande?

–Es la dirección general clave, pero es inasumible. Explotó Eva Ledo y explotará cualquiera. Entiendo que quien ha gestionado el organigrama es la consejera. Podemos preguntarnos lo mismo sobre quién estuvo de acuerdo con que una parte de la FP se disgregara de Educación. Ahora, el peso esencial de la FP está fuera de Educación, algo único en el Estado y que no había sucedido nunca en Asturias. Advertimos que no iba a funcionar.

–Llamó la atención que Educación no participara en la presentación oficial de la nueva FP.

–A los primeros a los que nos llamó la atención fue a los profesionales que impartimos clase en FP. Anticipamos que el curso en FP será un caos organizativo. Van a convivir dos modelos, sin saber a día de hoy cuál será la carga lectiva de cada módulo, cuándo los alumnos van a estar en el centro y cuándo en las empresas... Y de todo ello depende el currículum. Que un curriculum educativo esté a expensas de lo que la Consejería de Empleo esté negociando con las patronales... No lo entiende nadie, más allá del esfuerzo que todos aplaudimos de que haya un acercamiento del mundo educativo al de la empresas.

–Todo ello ha llevado a una ruptura con la consejería, pero parece que también a una ruptura sindical con ANPE.

–No diría tanto. Quiero mandar un mensaje de tranquilidad a los 12.000 docentes: no hay ruptura sindical. Lo que hay es una táctica distinta entre cuatro organizaciones (CCOO, UGT, CSIF y SUATEA) y una que es mayoritaria (ANPE). El decálogo de reivindicaciones es compartido por las cuatro organizaciones, está aprobado de forma unánime en la Junta de Personal. Si algo tuve claro cuando me hice cargo de la presidencia de la Junta es que iba a cuidar la unidad sindical como oro en paño. Se consiguen muchas más cosas juntos que separados y nos unen muchas más cosas de las que nos separan.