ALICIA G.-OVIES
VILLAVICIOSA.
Lunes, 13 de julio 2020, 01:29
Encantador, comprometido con la cultura asturiana, alegre, manitas... En definitiva, «un culo inquieto». La pérdida de Javier Solares, Xavi como le gustaba que le llamasen, deja un tremendo vacío en Villaviciosa y Gijón. «Era encantador y muy alegre, hablaba con todo el mundo. ... No pasaba inadvertido», señaló ayer una de sus amigas, Engracia Blanco.
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Solares había nacido en Gijón. Estudió en el Corazón de María y actualmente trabajaba en la rula gijonesa. Hace unos años decidió mudarse con su pareja, Caterina Solares, a Villaviciosa, de donde era originaria su familia. En el municipio maliayo, a orillas de la ría, desarrolló su amor por la música como integrante de la Banda de Gaitas Villaviciosa-El Gaitero. en la que estuvo hasta hace poco más de un año. «Te recordaremos siempre en cada compás», aseguraban ayer sus compañeros.
El son de su gaita acompañó cada día de la cuarentena a los vecinos de la parroquia de Lugás, donde residía. «Nos enviaba siempre un vídeo para animarnos. Llevaba tan solo tres años viviendo aquí, pero enseguida se integró y se ganó a todo el mundo. Era muy abierto y se ofreció desde el primer momento a echar una mano en lo que hiciese falta», recordó Marcos Vega, presidente de la asociación vecinal. Solares se había incorporado a la junta directiva el año pasado.
En 2017, formó parte de la creación de la Asociación para el Fomento y la Divulgación de la Canción Asturiana junto Marcelino Victorero, Manuel Alonso y el edil de Podemos Villaviciosa, José Fernando Díaz.
Su amiga Engracia Blanco recordaba ayer lo bien que se le daba «cantar por Antonio Molina. Era una pasada lo bien que cantaba 'Soy minero'. Siempre lo recordaré así». «Era una persona alegre. Muy paisano, como suele decirse. Amigo de sus amigos», aseguró todavía consternada por «el duro golpe».
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Los últimos meses, sus viajes a Potes se habían convertido en algo común. La hermana de su pareja es Guardia Civil y había sido trasladada recientemente a la comunidad cántabra. «Tenían muy buena relación y estaban muy contentos porque estuviese tan cerca», explicaron sus amigos. La joven estaba ayer destrozada por el fatídico suceso. Ella conoce de cerca lo que es perder a alguien querido en una situación tan trágica. En 2017, fue su primo, Adrián Gancedo, quien falleció tras una disputa a la salida de un bar. Su asesino, Brayan Tuero, acaba de ser declarado culpable y está a la espera de conocer la sentencia que le impondrá el magistrado de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Gijón.
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