La izquierda cierra filas con la oficialidad y Foro reta a Barbón a llevar la propuesta a la Junta

Que González Riaño diga eso, teniendo en cuenta su cargo, quizá sea menos noticioso. Y por ello habría que ir, incluso, un paso más allá y sumar a esta ecuación las declaraciones del presidente del PP, Álvaro Queipo este fin de semana. El líder popular defendió «el uso y la difusión» desde la «voluntariedad» y «sin imposiciones de ningún tipo». Es decir, y como él mismo dijo, «sin entrar en términos de cooficialidad».

La cuestión es que para poder hacer oficial el asturiano hacen falta 27 votos en la Junta. Dando por hecho que PSOE, Convocatoria por Asturies y la diputada Covadonga Tomé está a favor, sumarían 23. En la Legislatura pasada se negoció con Foro, que ahora mismo tiene un diputado. Quedan por sumar los 21 de PP (17) y Vox (4). De ahí que se mida al milímetro la declaración de cada partido con vistas a que pudieran sumarse sus apoyos.

Las diferencias de esta ocasión respecto al proceso iniciado en 2021 son dos: las mayorías (PSOE, IU, Podemos y Foro) podían sumar 27; y que entonces era una reforma del Estatuto de Autonomía que iba más allá de la oficialidad del asturiano. «Un fracaso colectivo», aseguró el presidente Adrián Barbón cuando todo dio al traste en febrero de 2022 y cuando fuera imposible de casar el articulado del texto con las exigencias (en vía de impuestos y otros compromisos) que puso Adrián Pumares como condición.

Por lo pronto no se ha vuelto a aquellos términos de si será oficilidad amable, como lo llamó la FSA entonces, u de otro tipo. Solo se conoce la decidida intención de Adrián Barbón de alcalzar la oficialidad. «No podemos esperar más. Es tiempo de dejar atrás las declaraciones y posicionamientos públicos y pasar a la acción», afirma.

Ante este llamamiento, su socio de gobierno ya ha cerrado filas. Es más, el coordinador general de IU, Ovidio Zapico, ha llegado a decir que «somos el partido decano en la defensa de la oficialidad». En línea muy similar a lo expresado por Adrián Barbón, el consejero de Ordenación del Territorio añadió que «es el momento para que todos paseemos de las palabras a los hechos. Tenemos esa oportunidad: si tanto queremos el asturiano y tanto lo decimos defender, yo creo que el mejor marco jurídico para que eso sea una realidad es a través de la declaración de la oficialidad al amparo de la reforma del Estatuto de Autonomía».

Si confirmado parece el voto de Convocatoria por Asturies, también el de la diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé quien este domingo dijo que «no es suficiente reforzar la ley de Uso de la Llingua, porque la oficialidad es un derecho de los asturianos. Es por eso que no se puede volver a cometer el error de negociar esta oficialidad con cuestiones fiscales o de otra índole». Tomé remató: «Nuestras lenguas no son una moneda de cambio».

También encontró el respaldo de Iniciativa pol Asturianu quien afirma que «estamos ante una oportunidad de oro para lograr un consenso político de la mayoría de la cámara», que refleja la postura «mayoritaria» de la sociedad asturiana. La organización hace un llamamiento a las fuerzas políticas para lograr ese acuerdo político que permita la reforma estatutaria.

Por su parte, desde Foro se ha recibido como un intento del presidente autonómico de marear la perdiz. El diputado Adrián Pumares fue rotundo: «Que »deje de enredar«, en referencia a las palabras de Barbón, y le retó a llevar a la Junta cualquier propuesta de reforma. »Lo discutiremos en la Junta General, con luz y taquígrafos«, afirmó el diputado forista, según quien Barbón »quiere esconder su falta de voluntad y su pereza, porque en casi cinco años que lleva gobernando no ha impulsado la Ley de uso ni avanzado en la normalización del asturiano«.

Con la negativa de Vox ya se daba por hecho, y así lo confirmó la portavoz parlamentaria Carolina López. «No a la oficialidad, sí a la libertad y los servicios públicos», afirmó. Y añadió que «la oficialidad costaría más de 200 millones de euros al año a los asturianos».

Lo que toca ahora es esperar por la invita de Adrián Barbón a los grupos parlamentarios que traslade a la ley el «clamor popular». El presidente concluyó: «En esa reunión negociadora lo plantearé claramente: no caben ya disculpas para hacer oficial el asturiano y el eonaviego. Es la hora».