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EVA FANJUL
OVIEDO.
Domingo, 6 de septiembre 2020, 02:03
A las nueve de la mañana del sábado una densa humareda hizo saltar las alarmas antiincendios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El personal de limpieza advertía de la presencia de humo procedente del laboratorio de Anatomía Patológica del hospital, situado en la planta menos uno del edificio conocido como 'z'. Esta zona alberga los laboratorios del hospital, entre ellos el de microbiología, responsable de analizar las pruebas PCR con las que se diagnotica la covid. Por suerte, ninguno de ellos se vio afectado y unas horas después pudieron reanudar su trabajo.
La densa humareda se extendió con rapidez por las instalaciones y obligó a evacuar la zona. Los Bomberos de Oviedo acudieron de inmediato. La ceranía de la base facilitó que, en apenas unos minutos, llegasen a la zona tres vehículos: una autoescala, un vehículo de primera salida y el de mando. En total, ocho efectivos participaron en las labores de extinción. Los efectivos accedieron desde una zona de servicio, lo que evitó bloquear las vías de acceso al hospital. Una vez sofocado el fuego procedieron a las labores de ventilación con el objetivo de disipar el denso humo presente en la zona.
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A falta de las conclusiones que se deriven de la investigación de lo ocurrido, los bomberos localizaron el origendel fuego en una de las máquinas del laboratorio de Anatomía Patológica que se utilizan para hacer las biopsias. Todo apunta a que el foco se originó por «un fallo eléctrico en la conexión entre una máquina de tinción, es decir que tiñe las muestras biológicas y las biopsias que luego tienen que ser observadas al microscopio, con su ordenador», explicaba el gerente del HUCA, Luis Hevia Panizo.
Después, el fuego se extendió a otras máquinas, pero «no ha afectado a otros dispositivos, más allá de toda la suciedad que conllevan las partículas de humo y los elementos que hubo que utilizar para la extinción», destacó Hevia.Por suerte, no ha habido que lamentar daños personales y «todo se ha quedado en susto», subrayaba Hevia. Cuando se produjo el incendio, el laboratorio estaba vacío, ya que «en él no se trabaja durante el fin de semana, salvo para alguna prueba de urgencia que pueda llegar», explicó.
Otro asunto clave es que, «afortunadamente, las pruebas biológicas custodiadas no se vieron afectadas», celebró el gerente. A pesar de los daños causados por el fuego, Hevia cree que el laboratorio podrá reabrirse mañana. «La pérdida de la máquina afectada no limita nuestra actividad asitencial en absoluto. Así que se intensificarán las labores de limpieza». El gerente confirma que el resto de laboratorios de la planta no se vieron afectados.
«La gente salió, pero las máquinas siguieron trabajando». Y esto fue así porque se pudo mantener el suministro eléctrico para preservar las pruebas que se realizan en estas instalaciones. «Nuestro plan de protección se lleva a cabo en coordinación con Bomberos y contempla que hay actuaciones que se deben mantener siempre por la relevancia del trabajo que llevan a cabo. Por eso el resto de los laboratorios no pararon», señaló.
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