Miles de manifestantes echaron a andar en la plaza de toros. DAMIÁN ARIENZA

La imparable marcha morada de las mujeres asturianas

Más de 5.000 personas participaron en Gijón en una manifestación que bajo el lema de la unidad volvió a sacar el feminismo a la calle

JESSICA M. PUGACLARA G. SANTOS

GIJÓN.

Miércoles, 9 de marzo 2022, 01:33

Faltan apenas diez minutos para que Asturias vuelva a reivindicar los derechos de las mujeres. En la plaza de toros de Gijón una marea violeta aguarda expectante para tomar las calles y dejarse las voces «por las que ya no están». Y por todas. Este ... año la participación vuelve a desbordar las expectativas: 5.000 personas según la Policía Nacional y récord histórico, aun superando los datos de 2019, cuando se congregaron decenas de miles, según la organización.

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Cuando dan las siete, todas esas mujeres alzan simultáneamente pancartas y banderas y empiezan a caminar, encabezadas por Asturies Feminista 8M. Avanzan a un tiempo porque no hay prisa, porque son ellas las únicas protagonistas. Y con y por ellas, Gijón, la ciudad que acogió este año los actos centrales del 8M en Asturias, se vistió de morado para dejar claros los motivos para llevar la lucha por la igualdad a las calles, a la sociedad en general. Y se tiñó también en parte de azul y amarillo en favor de Ucrania y de verde por el Sahara Occidental.

Asturias se volcó con una manifestación que volvió a abarrotar las calles dejando incluso pequeña la plaza del Humedal, donde se cerró. En su transcurso se reclamó la igualdad y se logró arrancar aplausos tras cada consigna por el 'no a la guerra'. Las mujeres alzaron la voz y la acompañaron de las panderetas, los tambores, Tanxugueiras y el 'Ay mamá' de Rigoberta Bandini con el que se puso el broche tras la lectura del manifiesto, coreografía incluida.

Un globo aerostático esperaba a las mujeres al final de la marcha y la coreografía de 'Ay mamá' puso el broche

Un día lleno de por qués

La mayoría de los eslóganes y pancartas coincidieron con los puntos que conforman el manifiesto reivindicativo del 8M en Asturias. La violencia centró las reivindicaciones porque «nos queremos vivas», «sola y borracha, quiero llegar a casa» y «no son muertes, son asesinatos». El manifiesto rezó por «el fin del maltrato machista y la erradicación de la violencia contra las mujeres, institucional y patriarcal» y demandó «políticas públicas reales y eficaces para combatirla», así como «medidas integrales que pongan límite y soluciones a la violencia vicaria». Son 13 las mujeres asesinadas por hombres en España en lo que va de año. Para recordarlas, a ellas y a las que mataron antes, y clamar porque el número deje de subir estaba un grupo antiviolencia compuesto por diferentes asociaciones, entre ellas, Mujeres de Escandalera.

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También importantes, y muy aplaudidas, las consignas contra la brecha salarial, la explotación laboral y la violencia económica, la trata, la explotación sexual, la violencia obstétrica y a favor de la derogación de la ley de extranjería, la diversidad y de la labor de la mujer rural. Todo esto, apuntaban, sigue pasando, y lo hace «en forma de temporalidad, precariedad, explotación laboral, abuso laboral, discriminación a la maternidad, brecha salarial y suelo pegajoso».

Por tanto, «instamos a reconocer el valor central de las profesiones y trabajos feminizados, así como sus derechos laborales y económicos» y pusieron en valor, como ya hicieron en convocatorias anteriores, el trabajo del servicio de ayuda a domicilio, kellys, internas y trabajadoras del hogar, dependientas del sector de servicios y las trabajadoras de los sectores de la limpieza, el sanitario y el sociosanitario.

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Para ver, escuchar y no callar

La salud mental centró parte del debate esta vez: «Queremos visibilizar y denunciar la oculta violencia psiquiátrica y el exceso de patologización y medicalización que sufrimos», defendieron en una plaza del Humedal que recibió a las manifestantes con una sorpresa. Un globo aerostático con una pancarta que anunciaba bien alto que era el gran día, el 8M.

La solución para poder, de verdad, ir avanzando hacia la igualdad la tienen clara. Quizá no sea la única posibilidad, pero sí una fundamental para seguir avanzando en pro de una sociedad más justa y por la paz. «La forma más eficaz para combatir estas violencias machistas es la educación en igualdad, la coeducación», anunciaron ante los aplausos y los gritos de las -«y los, porque esto se construye juntos»- de las participantes «en otro día histórico». Su planteamiento es «una educación feminista, con memoria de referentes, no enfocada a la producción capitalista y libre de las cargas de género» que criticaron.

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El movimiento 8M partió de la plaza de toros y recorrió la avenida de la Costa y la plaza de Europa haciéndose escuchar alto y claro acompañando las palabras al ritmo de batucada, pandereteres y rap, porque «la cultura, por más que se empeñen en hacérnoslo creer, tampoco entiende de género». Primero, a las ocho en punto, los cánticos de las manifestantes cesaron y solo se oyeron pitidos y percusión. Formaba parte del parón acordado a nivel nacional para hacerse notar. Después, ya en al fina del acto, las raperas La Ziega y Sira, el trío 6Riales y Anabel Santiago lo demostraron.

El 8M de 2022 volvió a tomar el pulso a una sociedad aún dolorida por dos años de pandemia. Un mal que empezó siendo sanitario y ha acabado siendo social y económico, lo que explica por qué esta vez la manifestación no vino acompañada de huelga. Los motivos están, coincidían en señalar las manifestantes, que no entendían de raza, clase ni condición. El Día Internacional de la Mujer dejó multitud de consignas, pero unidad en la reivindicación y entendimiento entre las partes, lo que confirma la unidad de la sociedad asturiana en su exigencia de lograr «la igualdad real entre hombres y mujeres» y el porqué del lema escogido para salir a la calle este año: 'Con todas y a por todas'.

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