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Este es un año «prometedor» para los productores de vino en Asturias. La uva maduró adecuadamente entre los meses de mayo a septiembre y ahora toca el turno de la vendimia. Arrancó ayer en Ibias en los pueblos de Carbueiro, Piñeira, Villajane, San Antolín y El Trigal, donde se vendimió algo más de 4.000 kilos de uvas, lo que equivaldría a unas 2.400 botellas.
«No está mal para empezar». Así lo afirmó ayer el presidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) vino de Cangas y propietario de la bodega Señorío de Ibias, Adrián Fernández, que explicó que la vendimia continuará la próxima semana y no se prevé terminar sino hasta finales de octubre. De la vendimia de ayer, explicó Fernández, se hace un 'coupage', (que es la técnica de mezclar distintas variedades de uvas), con la de los próximos días. «Al final una marca de vino como la nuestra 'Señorío de Ibias Gran Cuvee', es el coupage de cinco o seis elaboraciones distintas», señaló el presidente de la DOP.
Al tiempo que recordó que las expectativas de este año «son muy buenas», incluso un poco mejores que las del año pasado cuando se vendimiaron unos 230.000 kilos de uvas. «Esperamos vendimiar de aquí a finales de octubre unos 250.000 kilos, pues este año la uva ha ido madurando a su tiempo y de la forma adecuada», comentó.
Por su parte, la productora y propietaria de la bodega Las Danzas de Cangas del Narcea, Carmen Martínez, no es tan optimista como Fernández respecto con la vendimia de este año, aunque asegura que igualmente «será buena». «Nosotros empezaremos la vendimia el próximo fin de semana, pero dependemos del tiempo», aclaró. Para Martínez éste ha sido un buen año en general, «aunque las tormentas de granizo afectaron algunas zonas aquí en Cangas del Narcea, y la vendimia no será la misma en esos sitios», contó.
Pero a pesar del mal tiempo, nada les hizo perder el ánimo ni bajar la cabeza. «Fue un año de mucha dedicación y conseguimos salvar la cosecha, incluso en los lugares donde granizó», subrayó la productora local.
Recordó que el pasado 18 de junio «fue el peor día para los viñedos» pues fue cuando la tormenta de granizo fue más fuerte. No obstante, aseguró que este año la uva maduró bien, «aunque un poco más lento de lo habitual», pero «mejor que el año pasado que fue una maduración muy acelerada» por las altas temperaturas. «El año pasado nosotros vendimiamos unos 26.000 kilos de uvas, este año probablemente sea algo similar», dijo.
También la productora Beatriz Pérez García, mantiene cierto recelo con la vendimia de este año, aunque augura una buena cosecha. «Nosotros también vamos a empezar a vendimiar la semana que viene, Nos esperamos una buena vendimia, aunque no de las mejores», señaló.
Añadió que en junio «tuvimos alguna tormenta de granizo que afectó ligeramente las cosechas». Aún así, como fueron algunos casos aislados, explicó, «se espera que este año sea bueno, aunque no mejor que el año pasado».
Según destacó Pérez, una de las zonas más afectadas por las tormentas de granizo fue la zona de Cobos en Cangas del Narcea. «Ahí la producción este año será muy baja», apuntó.
El año pasado la uva maduró de forma acelerada, según comentó a este periódico el presidente de la DOP vino de Cangas, debido a las altas temperaturas, que llegaron en Ibias y en Cangas del Narcea hasta los 46 grados. «Con esas temperaturas el rendimiento en litros del vino disminuye, pues hay mucha uva que se pierde», dijo.
Para él tener una buena cosecha depende de la maduración de la uva que debe ser progresiva y terminar justo en septiembre, «que es cuando las noches ya son más frías y se conserva mejor la frescura y el aroma en los vinos. Tal y como ocurrió este año», explicó.
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