La oposición a Iberia: «Volar a Madrid es caro, el precio medio queda para las estadísticas»

«La conjunción de escasas frecuencias y falta de competencia lleva a los precios reales que sufrimos los asturianos cuando adquirimos los billetes con poca antelación. El 'precio medio' queda para las estadísticas». Pedro de Rueda puso voz a la réplica casi unánime que los grupos de la oposición en la Junta dieron, en masa, a Iberia. Tal y como adelantó EL COMERCIO, la compañía afirma que en Asturias ofrece «el segundo precio medio más bajo de la cornisa», a la que vez cuantifica «en más del doble» el plan de promoción turística que realizó tras beneficiarse, junto a Vueling, Iberia Express, Air Nostrum, Viajes El Corte Inglés y Alsa, de 6,2 millones.

«Iberia asegura haber gastado más del doble de lo que ha recibido en la subvención, nos preguntamos qué rentabilidad ha obtenido», se preguntaron casi al unísono los diputados de Podemos y Ciudadanos, Lorena Gil y Armando Fernández. Ambos defendieron que «lo fundamental es que el mercado ha evolucionado y el Gobierno asturiano no puede defender un monopolio, hay que hacer hueco a la competencia con el objetivo de contar con una oferta de tarifas aéreas asequibles».

Unas tarifas asequibles que, ahora mismo, Asturias no tiene. Así lo cree el portavoz de Foro. «No tengo en la mano las cuentas completas de Iberia, ni acceso a ellas para comprobar la veracidad de esos datos», explicó Pedro Leal. Según él, la aerolínea «los circunscribe al término común 'empresas', pero sin detallar las que tienen convenios con Iberia, como los bancos y las empresas, o las que tienen tarjeta Iberia en sus distintas modalidades». Según aseguró, «la realidad la tenemos cualquier asturiano cuando se acerca a una agencia y pide un billete de avión y ve la certeza del elevado precio, que trata de disfrazar ahora Iberia con pretextos de situaciones muy singulares y específicas».

Por ese motivo, desde IU Ovidio Zapico pide también «no aceptar el chantaje de las aerolíneas y mostrar unidad. No es el momento de atacar al Gobierno, sino de exigir a Fomento que declare la ruta servicio público».