El HUCA analiza la discapacidad motora con tecnología como la de los videojuegos

El doctor Corte se ponía ayer en la piel de los pacientes para mostrar a la consejera de Salud, Concepción Saavedra, cómo funciona esta prestación tecnológica, que captura los movimientos de los músculos y las articulaciones para poder estudiarlos, a posteriori, mediante un programa informático especializado en análisis. El objetivo: afinar en el diagnóstico y en el tratamiento. Se trata, en definitiva, «de determinar con un alto nivel de precisión el problema que está ocurriendo y cuál es la mejor terapia o la mejor órtesis».

En la demostración que los profesionales del laboratorio ofrecieron a las autoridades participaron el neurólogo Pedro Oliva, los médicos rehabilitadores Ana Menéndez y Jorge Areán, y la fisioterapeuta Carlota Villa, aunque del equipo también forman parte Susana Rodríguez y Juan Carlos Virosta. El sistema avanzado de análisis que utilizan, que es muy similar a los equipos informáticos que generan imágenes para las películas de animación o los videojuegos –tal como explicaba ayer Pedro Oliva–, les permite personalizar tratamientos, «planificar mejor» las cirugías cuando son nesarias y hacer un seguimiento más exhaustivo de la evolución del paciente.

Por el Laboratorio del Movimiento, que se puso en marcha en mayo de 2023, han pasado ya unos 140 pacientes, principalmente personas con esclerosis múltiple, lesiones medulares, ictus y traumatismos craneoencefálicos. En niños, están analizando, sobre todo, casos de parálisis cerebral.

La consejera de Salud, acompañada por la gerente del área sanitaria IV, Beatriz López, también visitó el nuevo gimnasio habilitado en la cuarta planta del hospital, que permite a los pacientes ingresados de media y larga estancia hacer su rehabilitación durante los siete días de la semana. «Lo importante es que no interrumpen el tratamiento», destacaron Manuel Bea, jefe de la Sección de Rehabilitación Neurológica, y José Antonio Pubil, supervisor de Recuperación Funcional.

El equipo de rehabilitadores del área sanitaria IV (Oviedo y zona central), integrado por 150 profesionales, aplica unas 10.000 técnicas al mes y, sólo en Atención Primaria, trata a 5.000 pacientes. Y en el HUCA, se atienden 800 al día. Saavedra no descarta replicar su iniciativa en el resto de hospitales universitarios –Cabueñes y San Agustin– de la región.

Durante la visita, en la que también participaron la directora del HUCA, María José Villanueva, y la responsable de Enfermería, Gema García, se le mostró además a la consejera un apartamento habilitado en la zona de Terapia Ocupacional. En él, se ayuda a los pacientes que van a necesitar silla de ruedas tras la hospitalización a adaptarse a su nueva situación: «Se les prepara a ellos y a sus familias para la vuelta a casa. Les enseñamos a moverse, les orientamos sobre cómo tienen que acondicionar su domicilio...». Con apartamentos de este tipo –que dispone de dormitorio, cocina y baño adaptados– suelen contar sólo los centros especializados en lesiones medulares.