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CLARA G. SANTOS
GIJÓN.
Viernes, 5 de agosto 2022, 03:55
«¿Queda hielo?». Esa es la pregunta que ya empieza a escucharse en tiendasm supermercados y gasolineras. Y es que las bolsas de cubitos, igual que en su día sucediera con el papel higiénico o el aceite de girasol, comienzan escasear. Durante el primer trimestre ... del año, el encarecimiento de los costes energéticos hizo que los fabricantes se lo pensasen dos veces a la hora de producir. Hoy, con los almacenes bajo mínimos, las distribuidoras dificilmente pueden dar respuesta a las exigencias de la campaña de verano.
En los supermercados asturianos la falta de hielo empieza a ser un problema. Es más, en algunos ya se está limitando su venta. Se trata de casos «puntuales», como bien precisan desde la patronal del sector, y «el tiempo de reposición en dichos establecimientos sigue estando por debajo de las veinticuatro horas», tranquilizan. A priori, la escasez de hielo en Asturias es mucho menos acusada que en otros puntos de la geografía española, donde las altas temperaturas han disparado la demanda.
«Cruzo los dedos», dice Sergio Fernández, dueño de varios locales de ocio nocturno y también de la sidrería Las Güelas, en Oviedo. De momento, en este establecimiento situado en la calle Gascona no están teniendo problema. Eso sí, intensifican el acpio de hielo ante el temor de que la crisis del hielo se agudice. «Reponemos cada poco, pero sí que es verdad que los distribuidores ya están avisando de que puede haber problemas», apunta.
La subida de la electricidad ha duplicado los costes y la falta de previsión inicial ha dificultado el suministro. Ante esta situación, los hosteleros asturianos empiezan a prepararse para un potencial escenario de desabastecimiento. Lo que preocupa, tanto a bares y restaurantes como a establecimientos comerciales es la posibilidad de que la escasez puntual que vaticinan los productures coincida con una nueva ola de calor, haciendo que aumente aún más la demanda de hielo.
Durante el primer cuatrimestre, la incertidumbre de los costes energéticos hizo que los productores no almacenasen tanto hielo como otros años. Después, a partir de mayo se encontraron con que «la gente había salido en tropel y nosotros estábamos bajo mínimos», cuentan desde Procubitos Europa, la empresa con sede en Gijón que produce y distribuye hielo en bolsas por toda la región.
Pese a que la producción lleva funcionando a pleno rendimiento los últimos meses, no es suficiente para atender la altísima demanda correspondiente al período estival. «Si al día producimos 100 toneladas, lo que nos piden son 180», añaden. Todo ello ocasiona cierta tensón en un sector que se prepara para un mes de alta facturación con menos existencias que en años previos. Así, los proovedores ven difícil poder asegurar el suministro, sobre todo, en caso de que el aumento de temperaturas vuelva a mermar las existencias de los almacenes.
Otro de los efectos que ha tenido el encarecimiento de la luz hora ha sido el incremento del precio de las bolsas de hielo, «entre un 20% y un 25%», calculan los productores.
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