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Lunes, 27 de diciembre 2021, 03:51
Al mediodía de hoy, ante los ayuntamientos de toda la región está convocada una concentración de protesta del sector hostelero por las últimas restricciones. Con un cartel en el que aparece la figura de un ahorcado, se pide la participación en la protesta «de todos los hosteleros y afectados». Todo para exigir «la reapertura del ocio nocturno y la actividad hostelera afectada», así como «la retirada de las medidas adoptadas por el Principado».
Aunque ninguna de las principaes entidades del sector, Otea, Hostelería con Conciencia o Unión Hostelera, se reconocen como convocantes, lo cierto es que la cita está en todos los whatsapps del sector. Todo para evitar lo que han llamado, sin paliativos y de forma unánime, «catástrofe» y «ruina» todos las entidades del sector.
Así definen el cierre del ocio nocturno desde mañana y hasta dentro de un mes. Mismo periodo para que la hostelería cierre a la una de la madrugada. Y desde mañana, el pasaporte covid será obligatorio para entrar en cualquier local susceptible de permitir quitarse la mascarilla en el interior. «Para nosotros, la Nochevieja es la segunda mejor noche del año, a la altura de la de los Fuegos», explica Ángel Lorenzo, presidente de Otea en Gijón y fundador del mayor grupo hostelero de la región, Gavia.
En Oviedo, la rentabilidad de la última noche del año compite con las cajas que se hacen en San Mateo, ya que tanto Gijón como Oviedo tienen en sus fiestas veraniegas el punto álgido de la rentabilidad anual. «Nochevieja es la segunda noche más rentable».
Aunque el sector aún no ha hecho el cálculo de las pérdidas que, globalmente, supondrá para Asturias no celebrar las fiestas de Nochevieja, las cifras particulares llegan a los 60.000 euros en los locales de mayor tamaño con cena, cotillón y música durante toda la noche. En general, la media de gasto en una Nochevieja oscila entre los 90 y los 120 euros por persona en cena con cotillón o los ocho euros por copa en los bares. Si se suma el alojamiento, las cifras se disparan, así como las pérdidas la anulación a una semana vista.
La Nochevieja adelantada triunfó en las noches del viernes y el sábado, pero hizo aguas ayer, pese a las fiestas que algunos locales habían organizado para este domingo. El anuncio de restricciones hizo que la Nochebuena de copas, al alza en los últimos años, se multiplicara en esta ocasión. Y la fiesta siguió el sábado, con locales llenos hasta altas horas de la madrugada. El domingo, la lluvia aguó la previsión de hosteleros que habían organizado fiestas para ayer. En Oviedo, como explicó el propietario del Salsipuedes, Tino Trapiella, la noche del viernes «fue especialmente animada. No teníamos horario de cierre y eso se notó. La gente salió para aprovechar antes del cierre de Nochevieja». Aprovechó Trapiella para devolver el dinero de las entradas vendidas anticipadamente para el 31.
Además, tanto Otea como Hostelería con Conciencia recuerdan que, a las pérdidas económicas, hay que sumar las laborales. En Nochevieja, «la segunda noche más rentable del año» como insisten en remarcar los afectados, el empleo se multiplica.
Los establecimientos de menor tamaño duplican plantilla, mientras que los grandes locales suman personal extra tanto para la restauración como para la fiesta. Se contrata personal de seguridad, de guardarropa y limpieza. «Si somos el problema, que nos intervengan», dice Félix Marcos de Hostelería con Conciencia. «No piensan en el empleo que van a destruir. Decretan el cierre sin pensar en nada más», lamenta Paco García, propietario del grupo La Buena Vida.
Él fue uno de los que notó las ganas de fiesta de la clientela durante el fin de semana. La Nochebuena «fue bien y la noche del sábado, también, pero este mes la pérdida será del 70%».
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