La hostelería asturiana, sin mano de obra mientras las escuelas profesionales pierden alumnos

Los tiempos convulsos que trajo la covid han provocado que muchos profesionales vinculados a la hostelería «probasen otras cosas, en busca de una solución laboral y se dieron cuenta de que hay opciones mejores, no solo en sueldos, sino en horarios». El sector, denuncian los sindicatos UGT y CCOO, sigue pendiente de un convenio actualizado, ya que el vigente data de 2008-2011. «El problema no es nuevo; se vive todos los años por estas fechas, pero por la pandemia salen a flote otras cosas», aclara Alfredo García, secretario de la Federación de Servicios de CCOO. «En Asturias tenemos los ingredientes para que el sector sea atractivo, pero hay que hacer que esa gente tenga vida porque se firman jornadas que no son reales».

De precariedad y de falta de avances se queja Marta González, vicesecretaria general de Servicios, Movilidad y Consumo de FeSMC-UGT. «No es nada atractivo el salario y la falta de personal es cada vez mayor».

José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea, dice que en Asturias hay 12.000 demandas de empleo en hostelería, y en pandemia «muchos se fueron a sus países de origen o cambiaron de sector; hay una falta de alumnos y la cultura del trabajo está decayendo entre los jóvenes». «Tenemos un tablón de anuncios en la escuela de hostelería y no somos capaces de cubrir las ofertas», dicen en la escuela de Llanes. «Hace falta formación y reconocimiento; un escanciador es un embajador de Asturias» dije Saúl Moro, presidente de la Asociación de Escanciadores.