Asturias mantiene Filosofía en la ESO y limita la promoción en Bachillerato

Por partes. Secundaria seguirá organizándose en cuatro cursos, como hasta ahora, y por materias (asignaturas). Pero en los primeros cursos, los centros podrán organizarse por ámbitos si así lo desean, al igual que en Primaria. Además, se insta a dedicar una parte del tiempo al trabajo por proyectos aunque, al contrario que en Primaria, el decreto no fija un porcentaje mínimo de tiempo para hacerlo. Sí se obligará a organizar al menos una tarea multidisciplinar por curso, «que podrá configurarse como un monográfico, una investigación o un plan de aprendizaje y servicio».

Respecto a las materias comunes, según las explicaciones que han ofrecido la consejera, Lydia Espina, y el director general de Ordenación, Evaluación y Equidad Educativa, David Artime, gana carga horaria Tecnología y Digitalización, en segundo. En cuarto curso, entre las materias de oferta obligatoria entre las que el alumnado debe elegir tres, se incorpora Formación y Orientación Personal y Profesional.

Además, Asturias opta por ofrecer la nueva materia de Educación en Valores Cívicos y Éticos en tercero, con dos sesiones semanales. Se da en este curso porque la consejería mantiene Filosofía en cuarto. Porque precisamente la consejería, haciendo uso de su margen de decisión, ha decidido mantener Filosofía como materia optativa, don dos horas semanales en cuarto curso, como queda dicho.

Otra de las novedades del último año de la ESO es el Taller de Economía Aplicada. En primero se añade Digitalización y en tercero, Proyecto de Emprendimiento Social. Cultura Clásica se mantiene también en segundo.

Una de las cuestiones más debatidas durante la tramitación de la Lomloe ha sido, sin duda, la promoción y titulación. La evaluación, ha explicado Espina, será «continua, formativa, integradora» y, al igual que en Primaria, no usará notas numéricas, sino que se expresará en términos cualitativos: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. Como en Primaria, las notas serán por materias o por ámbitos (en el caso de que algún centro, en primero y segundo, se organice de esta forma). Sí queda abierta la posibilidad de ofrecer nota numérica si se requiere en algún caso y, tal y como se ha puesto en práctica ya este curso, no habrá prueba extraordinaria de septiembre.

Los alumnos de ESO podrán pasar de curso de forma automática siempre que aprueban todo o que tengan como máximo dos suspensos. También existe la posibilidad de promocionar con más suspensos «cuando se considere que las materias no superadas no les impedirán seguir con éxito sus estudios». Siempre que pasen de curso con asignaturas suspendidas el centro deberá ofrecerles refuerzo. En cualquier caso, la repetición «será una medida extraordinaria que solo se podrá adoptar dos veces en la enseñanza básica, que engloba Primaria y ESO». Y en ningún caso se puede repetir dos veces el mismo curso.

Bachillerato también sigue organizado en dos cursos aunque la Lomloe introduce la posibilidad de hacerlo en tres cursos en determinados casos: alumnado que curse enseñanzas profesionales de música o danza, deportistas de alto rendimiento y estudiantes con necesidad de apoyo educativo. El horario semanal será de 31 horas como máximo, incluida la tutoría y Religión.

La gran novedad de esta etapa son las nuevas modalidades. Se mantiene el Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales; el de Ciencias pasa a llamarse de Ciencias y Tecnología y el de Artes se estructura en dos: por un lado, el de Artes Plásticas, Imagen y Diseño y, por el otro, el de Música y Artes Escénicas. Y nace la gran novedad: el Bachillerato General, «diseñado para flexibilizar la oferta educativa y orientar al alumnado que no se ha decidido por un área de conocimiento». Un bachillerato que «a la carta, muy configurable, que abre puertas», ha insistido la consejera y que se implantará en todos los centros de Asturias que así lo soliciten. De hecho, no se marca ningún mínimo de alumnos que se matriculen en esta modalidad para ofertarla.

El Bachillerato General tendrá las mismas materias comunes que el resto y las mismas optativas. Se diferenciará por las de modalidad. Así, será obligatorio cursar Matemáticas Generales en primero y Ciencias Generales en segundo y después se podrá elegir dos asignaturas más de entre todas las que se oferten en esta etapa. Y se han creado dos específicas para esta modalidad: Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial en primero y Movimientos Culturales y Artísticos en segundo.

La Consejería de Educación podía también diseñar otras optativas y ha optado por Legado Clásico, Tecnologías Digitales Aplicadas (I y II), Recursos Energéticos y Sostenibilidad, Psicología y Sociedad, Anatomía Aplicada y Gestión de Fuentes Documentales y Comunicación.

La evaluación en Bachillerato, como en la ESO, será «continua y analizará si cada estudiante ha alcanzado los objetivos y las competencias de la etapa». De primero a segundo pasarán de forma automática con todo aprobado con con un máximo de dos materias suspendidas, pero en ese caso deberán matricularse de ellas en el siguiente curso. Con más de dos asignaturas no superadas tendrán que repetir.

Para titular en Bachillerato y poder acudir a la EBAU, «de forma excepcional», podrán hacerlo con un suspenso siempre que se cumplan todos estos requisitos: que la media sea superior a 5, que hayan asistido a clase de manera continuada, hayan realizado los exámenes y hayan adquirido las competencias de la etapa. La consejera y el director general han insistido en que «esto ya venía ocurriendo, lo que se hace es regularlo».

Hay una idea en la que Lydia Espina ha insistido especialmente: en que «no se recorta ningún conocimiento». «Hay que desterrar la idea de que los currículos sean menos exigentes. Pero hay que ir más allá del aprendizaje memorístico». En cuanto a la asignatura de Historia, una de las más comentadas en todo el proceso, el director general ha explicado que se organizará por ámbitos en lugar de hacerlo de forma cronológica.

«En ningún momento se pierde base ni contenido. Decir lo contrario es no conocer la ley. Es todo lo contrario. Les da a los alumnos muchísimas más herramientas para la vida. A veces pensamos que haber hecho algo durante décadas supone que es la mejor opción, pero no es así. Que la norma no baje tanto a la concreción curricular no significa que no se vayn a dar esos contenidos», ha explicado Lydia Espina.

Por último, la consejera y el director general han reiterado su agradecimiento a todos los docentes y personal de la consejería que han trabajado en la elaboración de los currículos. 130 docentes organizados en 23 grupos han elaborado la concreción autonómica. También han admitido lo «ajustado» del tiempo (de hecho, ayer mismo salió a información pública el currículum de Infantil, todos los demás están aún pendientes, aunque todo se ha debido a los retrasos del Ministerio de Educación de publicar los reales decretos.