Por la izquierda, Jesús Albá, María del Roser Calaf, María del Carmen Diego, Antonio José Meilán, María Rosa Piquín, Dora bermúdez y Carmen González, profesores homenajeados por la Facultad de Formación. ALEX PIÑA

«La sociedad asturiana tiene que sentirse orgullosa de sus profesores»

La consejera homenajea a los docentes junto a la Universidad. «Recibimos muchas críticas, pero el trabajo de todos ha sido espectacular»

Miércoles, 30 de junio 2021

Con 70 años y 46 de trayectoria docente, Jesús Albá, profesor de Didáctica de Ciencias Naturales en la Facultad de Formación del Profesorado, montó «una especie de laboratorio de Ciencias Naturales» en la terraza de su casa. Allí colocó el ordenador y ... se enfrentó al «muy díficil reto» de dar las clases 'online' y a otro mayor: «No conocer a los alumnos que salían en la pantalla y no poder transmitirles mi cariño» en un curso marcado de nuevo por la pandemia. Él fue uno de los siete profesores homenajeados ayer por la Universidad, pero también por la Consejería de Educación en el tributo que quisieron rendir a todos los docentes en el final de curso.

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Junto a él, sus compañeros Dora Bermúdez, María del Roser Calaf, María del Carmen Diego, Carmen González, Antonio José Meilán y María Rosa Piquín recibieron, en nombre de todo el colectivo, «el agradecimiento, elogio y reconocimiento» por «su capacidad para sobreponerse y adaptarse a una situación totalmente nueva y ofrecer una educación de calidad en tiempos de pandemia». Así lo transmitió el decano de la facultad, Celestino Rodríguez, en el espacio que inauguró el centro, con nuevos equipos tecnológicos, y en cuya entrada hay una placa que los reconoce como «ejemplo de compromiso por transformar la escuela y la sociedad». De hecho, dijo Rodríguez, «la sociedad asturiana tiene que sentirse orgullosa de sus docentes», que «han pasado horas interminables frente al ordenador, el móvil, con grupos burbuja, protocolos, mascarillas y actividades adaptadas, y todo con paciencia y vocación».

Mismo mensaje quisieron trasladar la directora general de Universidad, Cristina González, y la consejera de Educación, Carmen Suárez, quien indicó: «Recibimos muchas críticas. Nos hacen valoraciones de cómo debe ser la enseñanza. Pero nosotros sabemos el trabajo que hacemos y cómo le damos valor. El trabajo que realizamos es muy importante, por medio están la vida de las personas, y el que se ha hecho este curso ha sido espectacular. La sociedad debería valorarnos más».

«El milagro» de estar abiertos

Deseando un buen retiro a los jubilados, apuntó que es posible reengancharse. «Yo lo hice y merece la pena. La cuestión es hasta cuánto merece la pena». Después, tomó la palabra el rector, Ignacio Villaverde, quien recordó que «aunque os jubiléis, nunca dejáis de ser profesores ni universitarios». El director del departamento de Ciencias de la Educación, Alejandro Rodríguez, reconoció el «milagro educativo de haber mantenido los centros abiertos» y la catedrática emérita María del Roser Calaf –de 71 años, pionera en Didáctica de las Ciencias Sociales y que ha dirigido tres tesis en pandemia– afirmó que «ha sido una oportunidad para cambiar la educación. Hay nuevos medios, pero nada se podrá hacer si no se replantean contenidos y sin personas con formación tecnológica y humanística».

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