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CARMEN NEVOT
Jueves, 25 de marzo 2021
El 27 de marzo de 2020, la pandemia asestó un duro golpe al Grupo de AcciónRápida (GAR) de la Guardia Civil. Aquel día, un asturiano, ... Jesus Gayoso (Mieres, 1971), teniente coronel de este grupo, fallecía tras varios días ingresado en la UCI por el coronavirus. Tenía 48 años y se convirtió en la víctima número 56 de una enfermedad que arrebataba vidas por decenas. El mismo día de su muerte, todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los recursos de emergencias le rindieron un emotivo y espontáneo homenaje ante la Comandancia de la X Zona de la Guardia Civil de Logroño. Formados a las puertas del cuartel, la Policía Nacional, la Policía Local de Logroño, los Bomberos y los sanitarios entonaban 'La muerte no es el final' y el himno de la Guardia Civil.
Los honores se sucedieron y en junio, el teniente coronel asturiano, que había dejado huérfana a la unidad de élite de la Benemérita, fue nombrado Riojano de Honor a título póstumo. A punto de cumplirse un año de su muerte, la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil rendía ayer un homenaje a quien fuera su jefe en el GAR en un acto que presidió la directora general de la Benemérita, María Gámez. En presencia de su viuda, Lourdes Estívariz, y de sus dos hijos, la máxima representante del Instituto Armado confesó tener sentimientos contradictorios. «Tristeza por su pérdida, pero también orgullo porque nos sentimos ante un verdadero líder que sostiene los valores de una unidad como esta y que alienta a los que forman parte de ella a seguir su ejemplo». «La Guardia Civil ha perdido un gran jefe», que será recordado como «un líder nato y un ejemplo de esfuerzo y trabajo», señaló.
Después de que Gámez pasara revista a la tropa, el teniente coronel, Diego Luis Mimbrero, leyó una semblanza de Jesús Gayoso. Un hombre «que ha dejado huella por su personalidad, entrega y sacrifico». Nacido en Mieres en 1971, y tras pasar por varias academias, obtuvo el empleo de teniente. Su carrera profesional estuvo ligada al GAR desde su primer destino y ahí regresó en 2014 para asumir la jefatura después de unos años en el Estado Mayor de la dirección general de la Guardia Civil. Aprovechó su labor en la lucha contra ETA «para orientar los procedimientos empleados por el GAR en la lucha contra la banda y también ante las nuevas amenazas que intimidan a nuestra sociedad en un escenario global». Una carrera trufada de éxitos hasta que «un virus traicionero le sorprendió y nos lo ha arrebatado, privándonos de su calidad humana, de su amistad y de su futuro».
Durante el acto de ayer, al que asistieron además de personal de la Unidad, familiares y compañeros de promoción del teniente coronel, María Gámez hizo entrega a su viuda de un Libro Homenaje en el que personas de ámbitos muy diversos dejaron constancia del afecto y el pésame por el fallecimiento de Jesús Gayoso.
Antes del acto, se descubrió una placa en su honor y memoria en una zona de entrenamiento ubicada en el Polígono de Experiencias de Fuerzas Especiales (PEFE) que ahora lleva su nombre. Este enclave ha sido decorado con un mural dedicado a él, obra del artista bilbaíno, Carlos Corres. La viuda de Jesús Gayoso, Lourdes Estívariz, aseguraba que el de ayer era un gran día para ellos «porque nos ha llegado uno de los homenajes más esperados para nuestra familia y para el GAR». Agradeció además la entrega del libro de condolencias con 1.600 cartas «de todos los países. «Jesús no va a morir nunca, está con nosotros y va a seguir siendo un gran héroe», dijo.
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Tras el homenaje a Gayoso, Gámez clausuró el LI Curso de Adiestramientos Especiales (ADE), el que se requiere para ingresar en el Grupo de Acción Rápida, que por primera vez ha sido finalizado con éxito por una mujer. Se trata de la joven teniente María Sol Rodríguez.
La directora general de la Guardia Civil destacó este hecho porque «damos un paso más hacia la igualdad real, vamos logrando que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en este cuerpo, igual que ocurre en la sociedad a la que sirve la institución». «No hay puestos vetados a las mujeres y estas pueden desempeñar las mismas funciones que sus compañeros».
Gámez subrayó además lo exigente que es este curso, no solo por el esfuerzo físico sino también por la gran capacidad de adaptación psicológica que requiere. «Llegar aquí no es un camino fácil y hay mucha gente que se queda en el camino. Pero ya habéis alcanzado el final superando uno de los cursos más exigentes y duros de la enseñanza de perfeccionamiento de la Guardia Civil».
La preparación, la profesionalidad y la implicación que posee el personal de la Unidad de Acción Rural «es –afirmó Gámez– lo que ha permitido la derrota del terrorismo de ETA y en la actualidad permite que la unidad esté siendo imprescindible en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico en el Campo de Gibraltar y también desplegarse en misiones en el exterior».
Un total de 43 personas, 39 de ellos guardias civiles y 4 militares, han conseguido superar las pruebas.
La directora general terminó sus palabras con una alusión al mensaje escrito en el mural que se ha instalado en la zona de entrenamiento dedicada al teniente coronel Gayoso en el Polígono de Experiencias Especiales: «Siempre GAR».
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