Secciones
Servicios
Destacamos
RAFAEL SUÁREZ-MUÑIZ
Domingo, 9 de enero 2022, 06:37
En diciembre de 2021 se cumplieron 40 años de la constitución de la Fundación Museo Evaristo Valle; esta tuvo lugar en 1981, al fallecer María Rodríguez del Valle, la sobrina del artista. El museo abrió sus puertas el 3 de marzo de 1983 con una asistencia de 3.000 personas. El jardín de la finca La Redonda ya ha sido varias veces calificado por autoridades en la materia, como los geógrafos Ramón Alvargonzález y Rodrigo Álvarez Brecht, como el más rico y espectacular de la parroquia de Somió (Gijón), tanto por su dilatada historia, como por su diseño y su variedad botánica; a lo que hay que añadir la antigüedad de un centenar de ejemplares que superan o se aproximan al siglo de vida. Asimismo, se trata del principal jardín escultórico de Asturias lo que le imprime también ese salto cualitativo, con destacables obras de artistas como Maojo o Camín.
La textura en planta del espacio verde actualmente se debe en gran medida a la mezcla de jardinería inglesa que introdujo el vicecónsul inglés William Perlington Mc Allister tras adquirir la finca en 1881, y a las modificaciones posteriores de José María Rodríguez tras establecer su residencia allí, en 1914, junto a María Rodríguez del Valle. La Redonda cambió varias veces de manos, pues al menos desde el siglo XVIII hasta su venta, en 1881, al vicecónsul británico, era la finca rústica con una casa-torre señorial de la familia Menéndez Valdés de Cornellana. Cuatro años después la vendió al terrateniente Manuel Pérez Menéndez y este a Ángel Rendueles en 1888. Uno de los socios de Florencio Valdés, de quien no sería raro pensar que pudo haber aportado una docta asesoría. En el ángulo nororiental de la finca se hizo un jardín francés simétrico a base de formas geométricas de bonetero japonés sobre la antigua pista de tenis. Esa cancha de lawn tennis se remonta a tiempos del vicecónsul.
Desde la puerta que da a la plaza de Villamanín se extiende una prolongada avenida a cuyos lados va dejando grandes parterres simétricos con otros circulares que vienen a romper la acentuación de la fisionomía triangular de la parcela y del diseño. El conjunto arquitectónico residencial, compuesto por el palacete más las caballerizas y la casa de caseros, se halla dispuesto al fondo de la finca, adosado a la tapia del camino de los Nardos. El tercio oriental cuenta con una superficie encespedada más amplia e irregular que era conocida como «la pradera» apunta Pablo Basagoiti, el responsable de comunicación. Esto era debido, como hemos visto en otras grandes posesiones de esta serie de reportajes, al autoabastecimiento con pasto y frutales [secos] para el ganado.
Originalmente, el jardín histórico de La Redonda era un jardín paisajista inglés carente de obra escultórica contemporánea, obviamente, y con algunas de las más antiguas y exóticas especies botánicas de la región así como frutales comunes. Su diseño y la incorporación del arbolado alóctono histórico se atribuyen a William Perlington. La casa-torre fue reformulada y convertida en el palacete almenado con la torre medieval que vemos hoy, obra del arquitecto Enrique Álvarez-Sala en 1946. Desde que fue convertido en museo, se han recreado en el edificio dos interesantes estancias como el estudio del pintor, con buena parte de su mobiliario e instrumental, y la biblioteca.
En esa misma fecha, puestos a introducir cambios en el área inmediata de la casa, se hizo el jardín francés referido cuyas trazas se atribuyen a Xavier Winthuysen, el paisajista y jardinero municipal de Sevilla, que efectuó los jardines de la Universidad Laboral. A su vez, todo el jardín se encuentra salpicado de impresionantes tratamientos del boj en topiaria siguiendo la corriente de la Inglaterra victoriana. En resumen, La Redonda sintetiza, en sus casi 19.000 m2, la personalidad de sus tenedores y sus jardineros proyectistas: jardín paisajista inglés, pradera para pasto y un moderno jardín geométrico francés que sirven de apófisis al contenedor artístico que alberga la casa-museo dedicada a la obra de Evaristo Valle.
En el jardín de La Redonda se plantaron hace casi un siglo y medio ejemplares que han llegado a nuestros días, especies foráneas y totalmente relícticas para la época en Asturias, provenientes de todos los continentes fértiles. Con todo esto, plantaciones «recientes» de la década de 1960 —los ejemplares más jóvenes del jardín—, tienen alrededor de 80 años, como la hilera de 22 castaños de Indias que orlan el camino de las Margaritas. Una de las principales curiosidades, que nunca se ha manifestado en publicaciones, es que en el museo Evaristo Valle se dan cita los cuatro cedros no europeos: el imponente cedro del Líbano (150 años), los del Atlas, los del Himalaya y un bonsái de cedro de Chipre propiedad de Rolf Beyebach, un coleccionista alemán afincado en Gijón. Entre las especies más espectaculares destacan los cipreses de Lawson (Chamaecyparis lawsoniana o falso ciprés) por la torsión, caída y reelevación de su ramaje principal a razón de su capacidad mecánica, de la satisfacción de sus requerimientos y de la competitividad. Los dos gigantescos y gruesos plátanos compiten en ser el techo del jardín con los tuliperos de Virginia, ambos de entre 27 y 28 metros de altura.
Las palmeras canarias vigilan la esbeltez de las washingtonianas mientras que los magnolios perennifolios se codean con los caducifolios que ya empiezan a brotar. La Redonda es un museo botánico con predominio de coníferas y perennifolias en el que podemos encontrar aparte de los cedros y los castaños de Indias (Aesculus hippocastanum), procedentes del continente asiático, unas de las primeras camelias japónicas de la historia de Asturias, hubo un enorme abeto del Cáucaso (Abies nordmanniana), una sófora japonesa péndula, una rara y singular cryptomeria japonesa y un árbol de Júpiter (Lagerstroemia) de China, entre otros. De América destaca la araucaria chilena. De África los ya comentados cedros del Atlas, entre los que hay cedros azules (Cedrus atlántica glauca), los agapantos y también hubo una adelfa norafricana. Para terminar de dar la vuelta al mundo se cuenta con una cyca australiana o falsa palma de Nueva Zelanda.
Como vegetación autóctona podemos encontrar de porte arbustivo y de la familia floral, bojes, rosales, hortensias de verano e invierno y buganvillas, y de porte arbóreo veremos tilos plateados, un vetusto avellano, manzanos, naranjos, caquis, membrillos, antiguos laureles y pinos europeos, entre otros. En definitiva, el jardín de La Redonda reúne más de 400 especies vegetales de todo el mundo, incluyendo arbóreas, arbustivas y herbáceas, y el estado de conservación, debido al minucioso trabajo de Javier Álvarez, es digno de encomio. Hay unas 70 especies de árboles diferentes y unas 20 especies distintas de arbustos.
Como novedad, el Evaristo Valle se ha convertido en el espacio de experimentación de un plan piloto de conservación y seguimiento del patrimonio verde en Asturias. Para el jardín del museo se ha implementado, bajo la batuta de la empresa GesArb, un Sistema de Información Geográfica llamado ArboGIS, donde el técnico Nike García se ha encargado del inventario y mediciones de todas las especies vegetales, para cartografiarlas de forma georeferenciada sobre el mapa. Esto se ha volcado en una app para que sea accesible para el público como atractivo turístico, como han hecho en Noreña.
Este idílico jardín también es una herramienta terapéutica para la descongestión mental que soportan nuestras rutinas urbanas y su brillante estado de conservación, la espectacularidad de las formas de las especies y la antigüedad secular de más de un centenar de ejemplares invitan a «que la gente lo conozca» como indica Pablo Basagoiti, porque no todo el mundo sabe que puede visitarse.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.