«Este premio europeo es un reconocimiento a toda la tradición que tenemos detrás»

Fue hace ocho años cuando comenzó la andadura de la quesería Soberón, inspirada en un «recuerdo de infancia», el de la elaboración de queso de sus abuelos en el puerto, en la sierra del Cuera, con quienes pasaban los veranos. De su saber bebieron las hermanas Soberón, que tras consolidar la producción de Cabrales se adentraron además en otra recuperación, la del queso Arangas. «Lo hacían mis güelos en el puertu y estaba perdido. Decidimos apostar por él», explicó Elena. Fue todo un acierto, dada la recepción, y la producción se sitúa ya en 300 piezas, de unos seis kilos. El mayor volumen sigue siendo, no obstante, el del afamado queso Cabrales. Las ventas, apuntó Elena Soberón, estuvieron este verano «más paradas», si bien «mucha producción está vendida». Tal es la demanda que no disponen de «mucho margen para pedidos online».

Las Soberón apostaron además por una ganadería propia, integrada actualmente por reses de vacuno. En los inicios del proyecto sí llegaron a contar con cabras y ovejas, pero hace dos años terminaron por desistir debido a los ataques del lobo. «Tuvimos que quitar la reciella porque era imposible, no nos dejaba una cría viva», lamentó Elena, quien es además vicepresidenta del Consejo Regulador de la DOP Cabrales.

También al problema del lobo se refirió el eurodiputado popular Juan Ignacio Zoido, quien pidió al Gobierno central que «se ponga en el pellejo» de quienes sufren los ataques. El exministro de Interior sostuvo además que el cánido pone «en gravísimo riesgo la ganadería en extensivo» e instó a que «no se utilicen criterios ideológicos para impedir que los proyectos puedan salir adelante». Reclamó asimismo «esfuerzo» a las administraciones, en especial al Gobierno de España y las comunidades autónomas, para evitar «trabas» y facilitar «oportunidades y facilidades».

Tema de preocupación es también el incremento de los costes de producción, que en el sector primario repercute con especial incidencia en la energía y los piensos. Ante esas subidas, Zoido demandó «la recompensa de un precio justo» para los productores. Elena Soberón añadió por su parte que el actual está siendo el «momento más complicado» desde los inicios de la quesería, ya que «los costes de producción están por las nubes».

Por todas las dificultades a las que plantan cara, el premio europeo fue concedido precisamente en la categoría de proyecto más resiliente. En la última convocatoria, correspondiente a la séptima edición, fueron catorce las iniciativas presentadas por jóvenes agricultores de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Grecia, Italia, Irlanda, Países Bajos, Portugal y República Checa. El de Elena Soberón, elegido por Asaja, fue el representante de España y obtuvo uno de los cinco galardones. «Han sabido recoger las tradiciones de la familia», ensalzó Zoido de las hermanas Soberón, a quienes consideró «ejemplo de cómo en una zona rural se puede fijar población». «Se reconoce el esfuerzo de estas jóvenes emprendedoras, que mantienen las costumbres de esta zona, siguen la tradición familiar y al mismo tiempo están consiguiendo modernizar la producción de quesos con un resultado magnífico», subrayó el eurodiputado.