Secciones
Servicios
Destacamos
GUILLERMO FERNÁNDEZ
LLANES.
Miércoles, 14 de diciembre 2022, 02:07
La villa de Posada acogió ayer una nueva edición de la centenaria feria de Santa Lucía, un acontecimiento ganadero que tiene como principal protagonista al ganado menor: cabras, cabritos, ovejas y corderos. Años atrás, con la Navidad a una semana vista, el principal objeto ... de deseo eran los cabritos pero ayer su presencia, casi testimonial, se reducía tres decenas de ejemplares que se vendieron en pocos minutos en una horquilla que iba de 80 a 110 euros.
En la finca de La Rectoral había excelente mercado para las cabras del país. Las de vida se traspasaron entre 100 y 200 euros, mientras que por alguna se pagaron 350. Ese fue el precio obtenido por un ejemplar puesto a la venta por Manuel Peláez Traviesa, ganadero de la localidad de Piedra. El lavianés Adán Vega, propietario de más de un centenar de cabras, compró a Traviesa un ejemplar en 200 euros y estaba radiante de felicidad tras valorar que se trataba de una cabra «expresiva, trabada, de cuernos abiertos y un precioso color de pelo, entre cana y rubia». Eso sí, aseguró que al llegar al recinto no se quería arrimar a los corrales «porque cuando veo una cabra que me gusta no me contengo», concluyó. Por contra, las cabras de abasto cotizaban entre 30 y 50 euros.
Francisco Remis, de San Miguel de Ardisana, y Félix Romano, de Porrúa, llegaron con dos buenos rebaños de ovejas carranzanas y no encontraron comprador para sus lotes. Pedían entre 120 y 150 euros por ejemplar. Otras ovejas de vida, de menor presencia, se colocaron entre 50 y 80 euros, mientras que por las de saca las ofertas oscilaron entre 30 y 50.
¿Por qué la presencia de cabritos es ahora testimonial cuando hace cuatro lustros se llevaban hasta medio millar de ejemplares a la feria de Santa Lucía? Los propietarios de la reciella confirmaron que no hay cabritos porque «los vendemos en casa». «Si los sacamos de la estabulación, más del 50% serían comida para los lobos», matizaron. Y aseguraron que «los vendemos a carniceros, los colocamos a ocho euros el kilo a la canal y suelen alcanzar pesos por encima de los diez kilos».
Una año más, el rey de la feria fue el tratante sierense Ovidio González Arbesú, de La Ferrera, que al término de la feria confirmó que había comprado 93 cabezas de ganado menor: 17 cabritos, 35 cabras de vida, diez cabras para matadero, doce ovejas de vida y 17 de saca, y dos igüedas, cabritas de 20 meses, a 175 por cabeza estas últimas.
Por los caballos de montura se pedían cifras en una horquilla de 800 a 1.500 euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.