Secciones
Servicios
Destacamos
Hablar de un sistema de clasificación de los quesos en base a la calidad de la leche mediante inteligencia artificial, montar un laboratorio de innovación alimentaria para apoyar el talento emprendedor en el sector de agroalimentario o poner en marcha la primera aplicación móvil ... de España para la compraventa directa de ganado. Bastan estos enunciados para afirmar con rotundida que la transformación del campo mantiene un ritmo de aceleración imposible de frenar. Incluso, cabría decir, impensable. Porque la innovación en el sector agroganadero y/o agroalimentario es clave para su futuro. Para lograr la consecución de unos objetivos que pasan por alcanzar mayor eficiencia, mayor productividad y mayor sostenibilidad.
En el catálogo de los desafíos de ese campo 4.0 un amplio listado que incluye desde la transformación digital para la modernización de las empresas al desarrollo de productos que vinculan salud y alimentación personalizada, pasando por la agricultura de precisión o la aplicación de las nuevas tecnologías en los procesos. Se trata, por tanto, de buscar el equilibrio perfecto entre tradición y experiencia e innovación y transformación tecnológica. Y administraciones, empresas, agricultores, ganaderos, o productores están alineados en la misma dirección. El propio consejero de Ciencia, Borja Sanchez, señalaba que el objetivo es «convertir a Asturias en un referente de producción agroalimentaria verde y digital, basado en una gestión sostenible de los recursos naturales». De hecho, la innovación del sector agrolimentario será uno de los pilares de la nueva Estrategia de Especialización Inteligente (S3) del Principado. En los últimos siete años, la agroalimentación sumó casi 50 proyectos que se centraron en recursos agroalimentarios y en biotecnología del sector lácteo, con más de 2,2 millones de euros invertidos.
La mejor manera de visualizar el avance es a través de alguno de los proyectos que Asturias reparte por su geografía y que muchos son pioneros a nivel nacional. Un ejemplo está en Peón, en Villaviciosa, en la finca el Poreñu, de 17.000 metros cuadrados. Allí CTIC ha instalado un 'sandbox' para «probar, experimentar y pilotar proyectos tecnológicos y socialmente innovadores». Se experimenta esa aldea del siglo XXI, una aldea conectada, con el primer centro de España de innovación tecnológicas especializado en medio rural. ¿Objetivos? Mejorar la capacidad de los territorios rurales, las de las empresas y comunidades del entorno, y la calidad de vida de los moradores. De allí han salido proyectos como los que ayudan a Campoastur, mediante un modelo de inteligencia artificial, a predecir la demanda de pienso o a optimizar las rutas para sacarle el máximo rendimiento al transporte y reducir emisiones. Otro es ICore, innovación en el control de recría: los algoritmos analizan la información que aportan las amamantadoras y los sistemas sensóricos para mejorar las condiciones en las que crecen los terneros. «A mayor confort, menos enfermedades y mejor desarrollo», apunta el director general de Campoastur, Marcelino González.
La tecnología blockchain aterrizó en la quesería Vega de Tordín para hacer un seguimiento de la trazabilidad completa del queso Cabrales, desde la extracción de la leche, hasta la llegada al establemiento para su venta. Una plataforma para el control de la avispa asiática o un sistema que ayuda a prevenir situaciones de riesgo de vuelco de maquinaria agroforestal también han salido de CTIC RuralTech. Al igual que uno de los más singulares de los últimos meses: la plataforma de telemedicina que prueban los vecinos de Peón y Asiegu, que les conecta directamente con médicos del Hospital Covadonga.
En el capítulo de centros tecnológicos, otros dos ligan su actividad al sector: Asincar y Cetemas. Al primero, sobre todo, le tocó una 'evangelización' entre pequeñas y medianas empresas de esta área trasladando esa idea de que la cultura innovadora era mucho más que aplicar tecnología: debía impregnar cualquier etapa del proceso.
Una de las iniciativas diferenciales en marcha en Asturias es 'La Granja'. Sus promotores son Capsa y el CEEI. Se trata de un laboratorio de empresas e innovación alimentaria que promoverá proyectos que aporten «cada vez más valor»: generación de multicultivos, gestión de la biodiversidad, valorización de residuos para nuevos mercados y avance en la alimentación personalizada. Esto es, sostenibilidad en la agricultura, la ganadería y el medio rural; la salud y nutrición, y la personalización del consumidor serán prioritarias.
Dos últimas pinceladas, personalizadas en dos proyectos, de que el cambio es imparable: por un lado, Vacapop, una aplicación móvil que permite la compraventa de ganado directa entre ganaderos a través de internet y de manera gratuita. Cuenta con más de 14.500 usuarios registrados y más de dos mil anuncios activos.
El otro es VayaVaca, una plataforma online a la que acceden más de 1.500 ganaderos (de entre 35 y 65 años) y que ya ha realizado seis subastas nacionales de ganado. Integra el mercado tradicional con la interacción en tiempo real con usuarios y animales. El siguiente paso serán las subastas de maquinaria y la compra-venta de productos de alimentación.
Porque el campo, sin puertas, sigue extendiendo su 'red'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.