Unos 200 ganaderos protestan en Aller por los daños del lobo: «Estamos abandonados»

«Están acabando con nuestra actividad». Cerca de 200 ganaderos se concentraban, este jueves a mediodía, frente al Ayuntamiento de Aller, en Cabañaquinta, para protestar por las «constantes pérdidas económicas que, aseguran, sufren por los daños de la fauna salvaje; en concreto, por el lobo y el oso. «No estamos en contra de los animales, solo pedimos que se nos compense por los daños que generan. Ellos promueven medidas para la protección de estas especies, pero luego rehúsan pagar por ello», criticaba José Ramón García Alba, 'Pachón', secretario general de la Unión de Campesinos Asturianos (UCA). «Nos encontramos totalmente abandonados y así no podemos continuar», indicó durante la manifestación.

La elección de realizar la concentración en Aller no fue casual; este municipio suma unas 900 ganaderías con más de 10.000 cabezas de vacuno censadas y otro millar de caballar.

«El lobo tiene que comer y primero ataca a los animales más pequeños, como las ovejas. Pero cuando ya no tiene más remedio, va a por el vacuno», señalaba 'Pachón'. «Y nos encontramos indefensos antes esta situación; se protege a las especies salvajes, pero luego el Principado pone cualquier tipo de excusa para no hacer frente a las pérdidas que padecemos».

La actividad de los osos también pasa factura a los ganaderos y a otros sectores del ámbito rural, como es el de los productores de miel. «Hay ya pueblos de la región que sumaban más de un millar de colmenas y ya no queda una sola; y no hay compensación alguna por ello», se quejan los ganaderos. «No se reconocen los errores que se cometen y lo pagamos nosotros».

La Unión de Campesinos Asturianos se mostró muy crítica con la inclusión de lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), tras su publicación, en septiembre de 2021 en el BOE (Boletín Oficial del Estado), de la orden ministerial que modifica el desarrollo de este listado.

La norma recibió el aval del Consejo de Estado que, después de haber estudiado las alegaciones de organizaciones conservacionistas y gobiernos autonómicos, consideró que la decisión de incluir al lobo en el LESPRE está suficientemente motivada, cuenta con una base científica sólida y responde al principio de precaución.

La orden entró en vigor con la intención de unificar los criterios de protección de la especie en todo el país. «Pero no somos todos iguales, hay territorios en los que se permite su caza».

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