Pablo Vélez y Noelia García junto a su hijo, Xurde, en la granja. E. C.

Pita Sana lanza una campaña para financiar la renovación de su granja avícola en Boal

BELÉN G. HIDALGO

BOAL.

Domingo, 27 de septiembre 2020, 02:27

Tras ocho años de experiencia, la granja Pita Sana necesita renovar sus instalaciones. Para ello, los jóvenes Noelia García y su marido, Pablo Vélez, han puesto en marcha una campaña de micromecenazgo para reunir los fondos necesarios y poder renovar los ponederos de sus gallinas ... y hacerse con un mini-tractor para las labores de su granja, situada en Miguil, en la zona de Armal, en el concejo de Boal. Necesitan un mínimo de 7.950 euros para alcanzar su reto. «La campaña es a todo o nada. Si no logramos ese mínimo en 40 días,

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se devuelven esas pequeñas aportaciones. Si lo conseguimos, recaudamos y tenemos otros 40 días para llegar al óptimo, que son 10.550 euros», aclaró García.

Según explican los jóvenes ganaderos, los ponederos se han quedado obsoletos. «Los viejos son de recogida frontal y molestamos a las gallinas cuando recogemos los huevos. Además, resulta más complicado de limpiar», explicó García. Por ello, han diseñado otros ponederos cuyo manejo es más fácil y cómodo para las más de mil gallinas de la granja y para ellos, además de resultar más higiénico.

A ello se suma la importancia de contar con un mini-tractor para llevar a cabo tareas como las limpiezas, sacar la gallinaza de los gallineros, mover troncos, cuidar los cultivos o hacer la recolección en el huerto, pues en la granja también se cultivan faba, maíz y setas shiitake en troncos de roble.

«Pita Sana es nuestro proyecto de vida. Queremos quedarnos en el pueblo y seguir trabajando en la finca, diversificando e incluso ampliando», defendió García, satisfecha con la buena acogida de la campaña. Por el momento, han logrado reunir casi la mitad del mínimo requerido para poder hacer realidad esta renovación. Ya suman cerca de 3.800 euros.

A cambio ofrecen conocer cómo es la vida en su finca de tres hectáreas, catar los productos que recolectan y hasta llevarse un 'pedacín' a casa de su esencia. Como ellos dicen, «un grano nun fai granero, pero axuda al compañeiro».

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