Varias personas ante uno de los cabritos subastados ayer en Posada de Llanera. PABLO NOSTI

Cinco cabritos por 1.725 euros en solidaridad con La Palma

La Asociación de Criadores de Cabra Bermeya organiza una puja presencial en Posada de Llanera y otra virtual para recaudar fondos

M. RIVERO

POSADA DE LLANERA.

Domingo, 21 de noviembre 2021, 00:42

Alrededor de 2.000 euros solidarios volaron ayer desde Posada de Llanera hasta La Palma gracias a la subasta de cabritos bermeyos organizada por la asociación de criadores de esta raza en Asturias, Acriber. El ganador de la puja fue el restaurante La Roca, de ... Sevares, cuyo representante, Nacho Costoya, se llevó los cuatro animales ofertados presencialmente.

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Tras adquirir el primer lote de dos cabritos de cuatro meses por 525 euros y ante la escasa participación, Costoya decidió zanjar las pujas del segundo lote, otros dos caprinos de medio año subiendo su precio de 500 a 900 euros. «Para nuestro negocio es muy importante, además de la altísima calidad que tiene este producto, la solidaridad, así que nos los queríamos llevar», zanjó el empresario satisfecho con los animales.

Por su parte, la subasta de un quinto cabrito on line aportó otros 300 euros. «Todavía queda por sumar las donaciones», comentó el presidente de Acriber, Jesús Álvarez.

«Toda ayuda es estupenda»

El dinero irá destinado a la Asociación de Criadores de Cabra Palmera, que cuenta con más de sesenta asociados, pero no serán los únicos beneficiarios. Según explicó su presidenta, Brenda Rodríguez Concepción, la recaudación se compartirá con «todos los ganaderos evacuados o que perdieron su granja». De momento desde su organización, contabilizó, ya llevan donados más de 10.000 euros.

«Hay quien ha perdido la granja, la casa, el coche... todo», por lo que para la isla «toda ayuda es estupenda». Sobre la situación de los profesionales del sector, Rodríguez detalló que los ganaderos evacuados han podido reinstalarse en otras granjas que estaban hasta el momento vacías. Una mejora que no termina de resultar del todo «adecuada» a las necesidades de los animales. Y es que no todo es la pérdida material. «Las cabras empezaron a abortar, otras están dando poquita leche, se va juntando todo y es mucha carga psicológica para los afectados», lamentó la ganadera.

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