Las espectaculares imágenes de un halcón peregrino cazando en la costa de Asturias

Uno de nuestros fotógrafos, Damián Arienza, sacaba este fin de semana fotos de la costa asturiana, azotada por el temporal en los últimos días. Una vez realizado el trabajo, cogió su coche y, a la altura de la localidad de Ferrero, cerca del cabo Peñas, vio por el rabillo del ojo cómo un ave «de color pardo y con las patas amarillas» pasaba volando a toda velocidad por encima de él. Paró el vehículo y pudo ver «cómo un halcón acababa de capturar en pleno vuelo a una paloma». Cogió su equipo y obtuvo las imágenes que acompañan a estas líneas. «Como pesaba bastante, cada poco el halcón soltaba a su presa y la dejaba caer de nuevo al suelo para volver a elevarla por los aires, repitiendo la escena varias veces», nos relata el fotoperiodista. Finalmente, el depredador comenzó a desplumar a su presa y a comérsela.

Los halcones son unas de las aves más rápidas del mundo: pueden alcanzar los 390 kilómetros por hora cuando vuelan en picado. Su dieta se basa en pequeñas aves y entre sus preferidas están, precisamente, las palomas. En Asturias, donde el halcón peregrino es conocido como ferre palomberu, este ave rapaz diurna de la familia de los falcónidos está incluida en el catálogo de especies amenazadas de la fauna vertebrada, como especie de interés especial. Se calcula que en la Península Ibérica hay unas 1.700 parejas distribuidas entre las diferentes cordilleras montañosas y las zonas de acantilado. En Asturias, nos cuenta Luis Laria, naturalista, presidente del Cepespa (Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas) y director del Parque de la Vida de Luarca, donde se recuperan distintas especies rescatadas del ámbito natural, calcula que habrá «unas 130 parejas». Muchas, explica, «nidifican en los roquedales de los acantilados. Aunque estuvieron en grave riesgo de desaparecer, al menos ahora se ven más». Por el tamaño (ellas son más grandes) cree que nuestro protagonista de las fotos es en realidad «una hembra» y nos confirma que las palomas forman parte importante de su dieta, sobre todo en las zonas urbanas, porque para ellos «es muy fácil cazarlas». También se alimentan de pegas, mirlos y otras aves de pequeño tamaño.

Muy apreciado para el ámbito de la cetrería, sobre todo en los países árabes, algunos ejemplares entrenados para tal fin pueden llegar a venderse por 500.000 euros.

• Temas
• Asturias
• Cabo Peñas
• Animales
• Aves