Guillermo Peláez
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Guillermo Peláez
E. C.
OVIEDO.
Domingo, 12 de enero 2025, 00:58
Guillermo Peláez (Oviedo, 1984) llegó al Gobierno de Adrián Barbón como consejero de Hacienda con un perfil muy técnico y el compromiso de mejorar los datos de ejecución presupuestaria, que se ha tomado como un reto personal. «Hay que ejecutar hasta el último céntimo», ... dice. Tras sacar adelante sus segundos presupuestos, su peso político sube como la espuma y hay quien vaticina que formará parte de la nueva ejecutiva de la FSA, cuyo congreso se celebra el próximo fin de semana.
–Ha logrado sacar adelante los presupuestos, aunque con autoenmienda incluida.
–Lo importante es que Asturias vuelva a tener presupuestos por séptimo año consecutivo, sexto bajo un Gobierno de Adrián Barbón, y eso pone en valor la enorme estabilidad en contraposición con otras comunidades. Actualmente hay siete que están en prórroga, la mayoría gobernadas por el PP. Con respecto a la enmienda, reconocemos el error, nosotros queríamos dar seguridad jurídica al cuarto grado en la transferencia del patrimonio empresarial, y de alguna manera lo hemos conseguido con ese 4% de bonificación, pero nuestro objetivo completo era que tuvieran exactamente el mismo tratamiento fiscal que el resto de parientes, una bonificación del 99%, y en la transcripción nos equivocamos, por lo que lo hemos corregimos a través de la enmienda con efectos para el 2026.
–¿Y por qué no puede entrar en vigor en 2025?
–Aunque los presupuestos estaban hechos en la creencia errónea de que tendrían una bonificación del 99%, y estamos hablando de una cuantía absolutamente residual porque este tipo de herencias no se producen ni siquiera una vez al año, de ahí que nosotros consideremos esta medida eminentemente técnica y no la habíamos ni anunciado, ahora por una cuestión de seguridad jurídica no puede entrar en vigor este año ya que afecta al capítulo de ingresos.
–El PP entiende que la enmienda es un lavado de cara y se queja de que no apoyen su proposición de ley para ampliar esa bonificación este mismo año...
–La medida del PP está más orientada a facilitar la transmisión del patrimonio familiar mientras que la nuestra busca exclusivamente proteger la actividad productiva y el empleo, y por eso la suya tendría un coste de 5 millones, muy superior al que nosotros planteábamos. Y no es cierto que entraría en vigor este año, porque su proposición ya recoge que estaría condicionada a la disponibilidad económica. Lo llamativo es que, si de verdad el PP hubiese querido esa medida, tendría que haber apoyado la enmienda. Pero han demostrado, una vez más, su enorme irresponsabilidad.
–IU, su socio de Gobierno, lo hizo a regañadientes...
–Entendemos que tanto para nosotros como para IU el impuesto de Sucesiones y Donaciones es un elemento nuclear del sistema tributario porque es un impuesto justo. Y, efectivamente, IU al final apoyó la enmienda con responsabilidad de gobierno.
–Han perdido el apoyo de Foro. ¿Cuál fue el punto de fricción que rompió la negociación?
–No creo que hubiera ninguna medida concreta que fuera decisiva. Pero me gustaría destacar el ánimo constructivo de Foro, y contraponerlo al del PP; y que votara en contra de las enmiendas a la totalidad presentadas por la derecha, posibilitando que se continuara con la tramitación parlamentaria. Y, aunque finalmente decidieron no apoyarlo, nosotros mantenemos el diálogo abierto con Foro.
–Es un hito porque se acaba con la llamada geometría variable de Barbón, como le pedía IU, y se ponen todos los huevos en la misma cesta. ¿Toca girar a la izquierda?
–Nosotros tenemos el firme compromiso de dar respuesta a los problemas de los asturianos y quien se acerque con esa misma voluntad tiene cabida en la negociación presupuestaria, y por tanto seguimos practicando esa geometría variable. Seguimos abiertos a negociar el presupuesto con todas aquellas fuerzas, salvo Vox.
–¿No obedece entonces a ninguna estrategia política?
–No, nuestra estrategia es seguir solucionando los problemas de los asturianos.
–IU y la diputada Tomé aspiran a una reforma fiscal más pogresiva. ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la parte socialista del Gobierno?
–Hay coincidencia programática de todas las fuerzas progresistas en la necesidad de garantizar la suficiencia del sistema porque la justicia fiscal es la clave de la justicia social. Nosotros desde Asturias apostamos decididamente por la vía fiscal asturiana, con la que ya se busca mejorar la progresividad del sistema y que pague más quien más tenga, porque concentra todos los beneficios fiscales en las clases medias y trabajadoras.
–A IU le parece insuficiente y pide claramente que deben subirse los impuestos a las clases altas. ¿El PSOE está por la labor?
–Para nosotros lo importante es seguir profundizando en la progresividad y eso lo estamos consiguiendo con la vía fiscal asturiana. Además, si queremos tener un Estado de Bienestar como tienen los países más desarrollados habrá que acercarse a esos niveles de tributación y el Estado está siendo responsable mejorando la progresividad del sistema, haciendo que la banca, las energéticas o las grandes fortunas tributen más, frente a lo que el PP está poniendo palos en las ruedas. Al contrario, en las comunidades autónomas aprueban rebajas fiscales generalizadas, que benefician más a quienes más tienen, convirtiendo cada presupuesto en una carrera de saldos fiscales que están atentando contra la suficiencia del sistema, pero por otra parte reclamando más recursos al Estado. Es una actitud tremendamente incongruente.
–IU también quiere una mayor protección de la educación y la sanidad pública ante el interés por la región del sector privado en ambos ámbitos. ¿Qué opina usted de la posible llegada de clínicas y universidades privadas?
–El hecho de que operadores privados muestren su interés por invertir en Asturias entiendo que es positivo porque muestra la pujanza de la región.
–IU cree que se quieren instalar en Asturias porque hay «fisuras» en lo público.
–Todo lo contrario. Y la prueba está en que Asturias vuelve a ser la comunidad que más invierte en sanidad y, en materia de educación, siempre sale destacada tanto en el informe PISA como en el resto de informes internacionales.
–Este mes está previsto que se convoque al Consejo de Política Fiscal y Finanero para hablar de la condonación de la deuda. ¿Qué cifra sería un buen acuerdo para Asturias?
–Más allá de las cifras, lo importante es que se utilice un criterio objetivo. Es decir, el mismo para todas las comunidades y que sea equitativo y justo. Nosotros desde Asturias siempre fuimos críticos hacia una condonación por el riesgo moral que eso entraña, pero debemos entender que el Estado debe garantizar los servicios públicos en todo el territorio, y es verdad que hay comunidades como Valencia, Murcia o Castilla-La Mancha que han llegado a unos niveles de deuda que pueden comprometer la prestación de esos servicios. Nosotros hemos puesto encima de la mesa que debe ser un reparto equitativo para que sea justo y que en ningún caso puede limitarse al FLA. Y, en todo caso, ya lo hemos dicho, no aceptaremos nada que no beneficie a Asturias.
–Dependiendo del criterio de reparto hay estimaciones que van desde 652 a 2.000 millones. Entiendo que tendrán sus propios cálculos para valorar si la propuesta que se haga es o no beneficiosa para Asturias...
–Me va a permitir que sea muy cauto con las cifras porque ahora mismo no sabemos cuál va a ser el criterio que se va a utilizar. Pero somos perfectamente conscientes de por dónde nos movemos.
–¿Cómo cree que va afectar el nuevo modelo de financiación de Cataluña al sistema de financiación?
–Asturias tiene una posición muy clara en materia de financiación autonómica que está respaldada mayoritariamente por la Junta. Otros territorios tienen otras propuestas y conocemos perfectamente cuál es la de Cataluña. Pero cuando se reformó el modelo en 2009, Cataluña presentó un modelo muy parecido al que presenta ahora. Y, sin embargo, se logró un gran acuerdo que terminó con el Estado dotando de más recursos a todas las regiones. Aquí la duda que es si surge un modelo de financiación que sea bueno para Asturias, pero los barones del PP lo rechazan, ¿qué dirá el PP de Asturias?
–¿Y cómo sabremos que será realmente bueno para Asturias sin hablar de cifras?
–Para Asturias sería bueno un sistema de financiación que, más que repartir una cesta de ingresos, se dedique a financiar servicios públicos. Eso sería lo bueno para Asturias.
–La ejecución presupuestaria mejora, pero no lo deseable.
–Hay que reconocer que en el año 2022 hubo un cuello de botella importante por la inflación. Y no es una excusa, pero es un problema que sufrieron todas las administraciones públicas. En el año 2023 mejoramos los datos y en este 2024 vamos a volver a mejorarlos. Pero es cierto que nuestra obligación es ejecutar hasta el último céntimo y no valen las excusas.
–¿Qué más tiene pensado hacer?
–Se han mejorado los datos como consecuencia de la utilización del anticipado de gasto, del refuerzo de los equipos de contratación de las consejerías y de los avances en la digitalización. Pero ahora, este mismo mes, vamos a poner en marcha el servicio de planificación de la contratación en la Consejería de Hacienda. Un servicio que va a tratar precisamente de detectar los cuellos de botella y solucionarlos, de estandarizar los pliegos para facilitar la contratación, y que tiene un objetivo a más largo plazo, quizás más allá de la legislatura, que es el de convertirse en el único órgano de contratación del Principado. Es decir, en una gran central de compras. Por otra parte, estamos convencidos de que la Ley de Hacienda también va a mejorar la tramitación contable e intentaremos que llegue a la Junta a finales de este año o a principios de 2026.
–Llegó al Gobierno con un fuerte perfil técnico, pero su peso político se ha visto cada vez más reforzado. ¿Le veremos con algún cargo de responsabilidad orgánica tras el Congreso de la FSA?
–Estoy absolutamente centrado en el trabajo de la consejería y en mis responsabilidades en el Gobierno y no pienso en otra cosa. Pero afronto el Congreso con el enorme orgullo de ser delegado y por tanto con la responsabilidad de que salgan adelante las enmiendas que hemos preparado en la AMSO. Cualquier avance social que haya habido en Asturias ha estado antes en una ponencia de un Congreso de la FSA, y por eso vamos a trabajar para tener la mejor ponencia y desde mis responsabilidades de Gobierno para que esa ponencia acabe en el BOPA, porque así es como se transforma la sociedad.
–¿Le gustaría dar un paso hacia adelante a nivel orgánico?
–Estoy absolutamente centrado en mis responsabilidades de Gobierno.
–El PP ha elegido Asturias para abordar el problema de la vivienda y ustedes plantean un gran pacto. ¿Que proponen?
–Nosotros partimos de la base de que la vivienda es un derecho y que es una obligación de los poderes públicos garantizarlo, por eso estos presupuestos ya contienen muchas medidas: vamos a construir 600 viviendas y licitar otras 400, vamos a desarrollar el programa Alquilámoste, hemos incorporado deducciones fiscales, ayudas para los arrendadores, ayudas directas al alquiler... Y con ese pacto con todos los agentes sociales lo que esperamos es que salgan más medidas. Pero todo eso contrasta con la actitud del PP, que no ha aportado ninguna propuesta durante la negociación presupuestaria, por eso me imagino que Queipo a ese encuentro del PP irá de oyente.
–¿Qué va a pasar con los 450 millones asignados a Arcelor?
–Seguimos manteniendo cierto optimismo con Arcelor y hacemos un llamamiento a la Unión Europea sobre la necesidad de desarrollar una política de industrialización en Europa porque no podemos permanecer de brazos cruzados. No podemos perder la autonomía estratégica. En todo caso, la Comisión tiene interés en que esos millones se utilicen y la idea es que se queden en Asturias. Si Arcelor no asume la inversión, que sea otra empresa.
–Sus socios de Gobierno hablan sin tapujos de nacionalizar la factoría. ¿Lo ve viable?
–Para nosotros lo importante es que se mantenga la acería integral en Asturias, que sea rentable y que se garantice la suficiencia estratégica de Europa.
–Según el plan de infraestructuras judiciales en 2028, quien gobierne, tendrá que duplicarse el presupuesto en esta materia. ¿Es realmente realista esa previsión?
–Es totalmente realista. Está hecho a diez años vista con una inversión media de seis millones de euros al año, que es precisamente la inversión que tenemos en este presupuesto. Es verdad que en el plan aparecen para este año cuatro millones, pero no están incluidos los 2,8 de la mejora de la eficiencia energética en la sede judicial de Oviedo, porque está financiada con fondos europeos. Pero, si nos fijamos en la serie histórica de inversiones, el plan es absolutamente realista y, de hecho, nuestra intención es que en 2027 la anualidad sea un poco más alta para que la del 2028 pueda ser un poco más baja.
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