La Guardia Civil investiga la agresión que sufrió la joven herida en el Xiringüelu

Aquel día, una joven de 23 años resultó herida de consideración en una trifulca y fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Almiñana aclaró que la Guardia Civil investiga «de oficio» este tipo de sucesos, independientemente de si hay una denuncia o no, porque se consideran «un delito público». En este periodo de tiempo, la Guardia Civil no ha practicado ninguna detención, si bien sí ha identificado a varios testigos.

La organización de la fiesta, por su parte, había intentado eludir cualquier responsabilidad. Llegaron a asegura en un comunciado que «no había constatación de que el motivo de las lesiones fuese una agresión». Además, en dicho escrito hacía incidencia que el suceso, en todo caso, se habría producido «una vez finalizada la fiesta».

Las diferentes fuentes consultadas discrepan a la hora de situar el origen de las lesiones de la víctima. Unas afirman que «la joven sufrió una agresión perpetrada por unas vecinas de Soto del Barco que ya habían atacado previamente a una de sus amigas». En esa trifulca, según la familia, Claudia F. P. habría «recibido varios golpes en cabeza, cara y otras partes del cuerpo» e incluso mordiscos. Otros testimonios apuntan a que las lesiones más graves «no son consecuencia directa de la paliza, sino de una caída».

Tras la agresión, la joven llegó a permanecer inconsciente unos diez minutos y al despertarse manifestó que no tenía sensibilidad en dos de los dedos de una mano. En aquel momento fue atendida por el personal de seguridad privada y por un equipo sanitario que, ante la posibilidad de que padeciese lesiones medulares, decidió evacuarla directamente al HUCA.

Procedente de Piedras Blancas, licenciada en Medicina y estudiante del MIR, Claudia F. P. permanece ingresada en el HUCA. Allí se recupera de las lesiones y fue donde, tras haber sido trasladada a planta tres días después del suceso transmitió a EL COMERCIO sus primeras palabras: «Estoy bien». La víctima confesó asimismo que quiere «olvidar lo sucedido y estar tranquila». Durante todo este trance, sus amigos y allegados no la han abandonado en ningún momento y han seguidoo trasladándole su apoyo. Por su parte, la familia todavía no ha interpuesto denuncia por temor a posibles «represalias».

Durante la celebración del Xiringüelu, la Guardia Civil actuó en trece conatos de pelea y distintas agresiones e intervinieron un total de seis armas blancas.