La Guardia Civil vuelve al escenario del crimen de Javier Ardines en busca de nuevas pruebas

Durante aproximadamente una hora, analizaron de forma pormenorizada el lugar en el que fue hallado el coche arrancado de la víctima, las vallas derribadas que obstaculizaban su paso y el cadáver, a unos 50 metros de distancia del vehículo. Querían comprobar sobre el terreno cualquier detalle que pudieran haber pasado por alto el día de los hechos y que podría resultar relevante para resolver la intrincada investigación.

En un momento determinado del reconocimiento del escenario del violento episodio, se unió a los guardias civiles el hijo de la víctima, con quien estuvieron compartiendo impresiones. Tanto él como su madre, su hermana y el resto de familiares, al igual que muchos amigos, compañeros de pesca y del Ayuntamiento ya prestaron declaración. Según ha podido saber este periódico, los familiares apuntan a la posibilidad que fueran varias las personas que atacaron a Javier. «Era un hombre fuerte, a una persona sola le podía haber hecho frente», apuntan. Serán los agentes de la Benemérita los encargados de comprobar este extremo.

Uno de los ejes sobre los que pivotan las indagaciones es el análisis del teléfono móvil de la víctima. Al parecer, el dispositivo fue localizado en el lugar del crimen y está siendo analizado por la Benemérita por si pudiera tener la clave al misterioso homicidio. También se analizan los datos de las antenas de telefonía móvil que dan señal a la zona de Pría.

El autor o autores de la muerte del concejal de Izquierda Unida conocían a la perfección que Ardines saldría de madrugada de su casa para acudir al puerto de Llanes, donde le esperaba su compañero para salir a faenar en la embarcación 'Bramadoira'. Le colocaron tres vallas de obra interrumpiendo el paso en mitad del camino, lo que motivó que Ardines tuviera que bajarse del coche para retirarlas y continuar su trayecto. No volvió a subir al coche. Dos horas antes de descubrir los restos mortales, los residentes en la vivienda de ese mismo camino escucharon voces de varias personas, una discusión que todo indica que tuvo relación con el crimen.

El cuerpo sin vida fue localizado a 50 metros de distancia de las vallas y el coche, con tres golpes en las cabeza propinados con un objeto contundente, tal y como reveló la autopsia que le fue practicada en la Instituto de Medicina Legal. Los restos biológicos recogidos en el cuerpo, al igual que los recopilados de las vallas, han sido enviados al laboratorio de Criminalística de Madrid. Los resultados de ese análisis podrían ser determinantes.

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil pasará hoy a reforzar los trabajos de investigación llevados a cabo por los agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón, un equipo que también se encuentra inmerso en los trabajos para esclarecer el brutal asalto sufrido la noche del viernes por los propietarios de Sidra Menéndez, en la parroquia gijonesa de Fano.

Los agentes de la Unidad Central Operativa se suman a los trabajos y colaborarán estrechamente con los agentes encargados de la investigación. Se trata de funcionarios de una alta especialización que ha intervenido en cerca de 3.000 investigaciones de gran complejidad desde su fundación, en 1989. Entre sus trabajos recientes se encuentra el esclarecimiento del crimen de Diana Quer y el niño Gabriel de Almería.