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MARIO ALVAREZ / GLORIA POMARADA
Oviedo / Llanes
Viernes, 17 de septiembre 2021
Adrián Barbón reconoció que el Gobierno hará «todo lo posible» para pactar la reforma del Estatuto de Autonomía. Y entre ese «todo lo posible», no se encuentra la renuncia a la oficialidad del asturiano. «Se trata de una promesa electoral fruto de nuestros procesos internos. Me presenté a las elecciones dando mi palabra a todos los asturianos de que si me elegían, abogaría por la cooficialidad. El día que no cumpla mis promesas, habré perdido toda mi credibilidad», razonó el líder del Ejecutivo con el fin de justificar la intransigencia del partido sobre este aspecto. Y aunque la portavoz del Gobierno, Melania Álvarez, recordó que «la reforma que se propone es demasiado amplia y consistente como para reducirla a un solo punto», a nadie se le escapa que la cooficialidad es el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo que, a día de hoy, parece lejano.
De hecho, fue la líder del Partido Popular, Teresa Mallada, quien, en repetidas ocasiones, afirmó que «si el Gobierno renuncia al asturiano, mañana habrá un acuerdo».
Sin embargo, precisamente, Adrián Barbón focalizó las críticas en ella tras acusarla de «decir en público cosas muy diferentes a las que se hablan en el ámbito privado». Además, se mostró sorprendido por el hecho de que no apoye para Asturias, «el modelo que su compañero de partido, Feijoo, defiende para Galicia».
Mientras los partidos políticos se mantienen en posiciones que parecen inamovibles, la gran duda aparece con Foro. Dentro de la ambigüedad con la que el partido ha afrontado este debate, el portavoz de la formación, Adrián Pumares, instó al Ejecutivo a que aclaren el concepto de «oficialidad amable». Ayer, Melania Álvarez desaprovechó una nueva ocasión para hacerlo al limitarse a afirmar que «es algo que lleva sus tiempos». Consciente de que su respuesta había sido un tanto escueta, añadió que «la responsabilidad no recae solo en el Gobierno, sino que se debe articular una nueva realidad lingüística entre todos».
Aunque Foro ha dicho que apoyaría la oficialidad del asturiano solo si no se impone la obligatoriedad de su uso, el Ejecutivo se ha limitado a expresar su deseo en imitar el Estatuto Gallego donde el texto de su artículo cinco dice lo siguiente: «La lengua propia de Galicia es el gallego y, junto al castellano, es oficial (...) y todos tienen el derecho de conocerlos y usarlos».
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