En 10 años

Gijón, una de las quince zonas con mayor riesgo de inundación en España

Un estudio ha localizado las superficies urbanizadas en los primeros diez kilómetros con mayores probabilidades calculado con periodos de retorno de 10, 100 y 500 años

Viernes, 13 de septiembre 2019

Las ciudades no son como eran hace 200 años. Esto, aparentemente obvio, omite del imaginario colectivo que numerosas construcciones actuales responden a un proceso de antropización sobre zonas inundables. Y, aunque echando un ojo a cómo se ha producido el crecimiento urbano en el sur ... y este peninsular la situación dista de parecerse, el riesgo es significativo en áreas como Gijón, San Sebastián, Bilbao o Santander. «Se debe de estar preparado para que en cualquier momento algo pueda pasar», advierte Fernando Prieto, director del Observatorio de Sostenibilidad, institución que ha elaborado un minucioso estudio que se sirve de la cartografía facilitada por el Sistema de Información de Ocupación del Suelo de España (SIOSE) para aletar sobre los peligros de inundación en la franja de los primeros diez kilómetros de costa.

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Aunque aquella «premura» a la que Prieto hace referencia remite a periodos de retorno de diez, cien y quinientos años, insiste en que «parece que está lejos temporalmente pero se debe de informar a la gente que tiene una vivienda en una zona que es susceptible de inundarse». En esta línea, añade que «se debe facilitar que cada uno de los propietarios pueda tomar las medidas precisas, como diseño y aprovechamiento adecuado de las construcciones o contratación de seguros». No obstante, desde el Observatorio de Sostenibilidad ponen el foco en las administraciones en cuanto a la asunción de responsabilidades, tanto en el antes como en el durante. Por un lado, en el «mantenimiento de una red de alerta rápida que evitar situaciones críticas» y, por otro, la correcta gestión del territorio. «Uno de los principales condicionantes a considerar en la planificación urbana debe de ser precisamente el riesgo de inundación, así como revisar los planes de urbanización ya aprobados para minimizar la construcción en zonas de riesgo significativo», subraya Fernando Prieto. Y especfica algo que pudiera resultar evidente: «Evitar construir infraestructuras como colegios, centros de salud o servicios sociales en los lugares críticos», añade.

Si bien el aumento del riesgo no viene de ayer, el Observatorio lo fecha en la segunda mitad del siglo pasado en el mediterráneo como consencuencia, y lo establece en áreas urbanas históricas «mucho más consolidadas» en el caso de la costa asturiana. En total, el 2,35 por ciento de la superficie artificial de la franja costera de la España peninsular y Baleares se encuentra en la lámina de inundación con periodo de retorno de 10 años. Tan «solo» las costas gallegas «pueden presumir» de tener poco peligro de inundación de áreas artificiales», según se detalla. En el lado contrario, las provincias de Cádiz, Gerona, Barcelona y Valencia lideran las localizaciones con mayor riesgo, tanto en términos procentuales como absolutos.

Aboño, Tremañes y el Piles

Sobre el terreno, un 4,51% de la superficie artificial de Gijón está en riesgo de sufrir inundaciones en una década, un 8,89% en un siglo y un 13,80% en 500 años. El Observatorio destaca la fuerte incidencia en los ríos Aboño, Tremañes y el Piles que atraviesan la ciudad y que están encauzados de forma bastante artificial.

En concreto, el mayor impacto se produce sobre los terrenos ocupados por ArcelorMittal y la Central Térmica de Aboño, que se encuentran en áreas ocupadas por láminas con periodo de retorno de 10 y 100 años; en menor medida, el Musel y el río Piles, que acumula el mayor riesgo entre la Playa de San Lorenzo y el paso de la autovía A-8. El estudio especifica que este último ha marcado una frontera en el crecimiento urbano de alta densidad por el este, pero a lo largo del siglo XX este límite se ha visto muy difuminado localizándose instalaciones deportivas como El Molinón primero y otras como el Palacio de Deportes o el recinto ferial más tarde, resultado todo ello en un área urbana con densidad residencial media.

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De las advertencias y consejos, a la cuantificación de daños. Sobre ellos, el Consorcio de Compensación de Seguros y el Instituto Geológio Minero de España estiman que se superan los 800 millones de euros al año. A nivel mundial esta cantidad alcanza los 90.000 millones de euros anuales. «En España es la catástrofe natural que más daños genera en España, tanto en lo económico como en lo humano», aduce Prieto quien, a propósito del estudio, advierte de que la cifra seguirá aumentando «por el crecimiento económico, los procesos de urbanización y el cambio climático».

Ciudades con riesgo en 10 años

Los 14 puntos sobre los que el estudio pone el foco a corto plazo, además de Gijón, son: Bajo Urumea (Guipúzcoa), Isla Cristina-Ayamonte (Huelva), Palmones-Guadarranque (Cádiz), Bajo Guadalhorce (Málaga), Bajo Andarax (Almería), Cartagena (Murcia), San Javier-Los Alcázares (Murcia), Costa de Marina Alta (Alicante), Gandía-Oliva (Valencia), Alaquas-Catarroja (Valencia), Vinaroz-Peñíscola (Castellón) y Empuribrava-Santa Margarida (Gerona) y Palma de Mallorca (Baleares).

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