Secciones
Servicios
Destacamos
CHELO TUYA
GIJÓN.
Martes, 15 de junio 2021, 04:19
Centros inteligentes, domotizados y abiertos a la comunidad. Geriátricos a los que pueda acudir mayores no residentes a recibir atención diurna. Geriátricos que puedan prestar servicio en los domicilios de esos mayores no residentes. Centros en los que, sin modificar la estructura arquitectónica, se creen ... unidades convivenciales de hasta 30 personas. Centros de los que desaparecerán las zonas de aislamiento, pero que ganarán en accesibilidad a familias y vecinos. Centros en los que no sea condición obligatoria para convertirse en residente tener los 65 cumplidos. Para las personas con dependencia, el acceso debe ser libre desde los 50.
Esas son, en síntesis, las propuestas que han presentado, de forma conjunta, las patronales geriátricas asturianas Ascege y Aarte al Principado. Es su modelo alternativo de cuidados de larga duración para personas mayores. Diferente al que ha esbozado la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, que se centra en establecimientos de pocas plazas y potenciar la atención domiciliaria.
Los firmantes de la alternativa, el presidente de Ascege, Arsenio Alonso, y la presidenta de Aarte, Teresa Álvarez, defienden que «el reto social del envejecimiento y la respuesta por parte de las administraciones a la demanda de cuidados de larga duración requieren, básicamente, de coordinación sociosanitaria, cooperación público-privada y financiación adecuada para la prestación de estos recursos, a sea en domicilio, en centros de día, residencias u nuevos modelos que se puedan diseñar».
Además de reclamar, tal y como ya adelantó EL COMERCIO, la creación de 2.900 nuevas plazas en los próximos años «para conseguir, al menos, la ratio mínima fijada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de un 5% de camas por población mayor de 65 años». Porque, el perfil de las personas usuarias, actualmente, de centros de mayores es el de una persona dependiente.
«La edad media son 85 años, que están en la residencia 2,5 años, son muy dependientes y llegan con más de tres enfermedades activas, para las que necesitan siete medicamentos diarios». Son personas que «requieren una alta necesidad de cuidados, imposibles de proporcionar en sus domicilios».
Por ese motivo, plantean «abrir los centros a la comunidad». No solo para los residentes, sino también para mayores que, viviendo en sus casas, acudan a los geriátricos «a recibir servicios». Unos servicios que, piden las patronales, «también poder realizar en sus domicilios».
Todo sin modificar arquitectónicamente los inmuebles. «Crear unidades convivenciales de 30 personas», plantea el documento, así como eliminar las zonas de aislamiento a que obligó la covid. Piden que, en caso de contagios, los residentes sean trasladados a centros especializados del Servicio de Salud (Sespa).
Noticia Relacionada
Un Sespa con el que piden más coordinación, como el acceso al historial clínico de los residentes. Como también coordinación con los servicios sociales, para conocer las necesidades de red familiar que pueda tener cada residente.
Unos centros abiertos a menores de 65 años. «Acceso a personas dependientes a partir de 50 años». Porque, lo que tienen claro ambas patronales, es que los cuidados de larga duración tienen como protagonista a las personas con dependencia. Unas que deben estar conectadas «con la familia y la comunidad», para ello, proponen domotizar los centros y multiplicar la conexión digital.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.