«García Granda es confrontación y exigencia. Yo, compromiso y lealtad»

-¿Cuáles son sus propuestas para los tres estamentos?

-Para los alumnos, un plan de mejora de infraestructuras para hacer los espacios universitarios más amables, así como un plan de calidad docente. Para docentes e investigadores, mantener la política de promoción de acreditados y completarla con una urgente estrategia de rejuvenecimiento de la plantilla; eliminar la burocracia que estrangula a los equipos de investigación y mejorar las infraestructuras destinadas a su apoyo. El personal administrativo sufrió lo más riguroso de la crisis y merece la mejora de sus condiciones laborales. Tiene una media de edad de 50 años y ninguna expectativa de promoción.

-¿Cómo cree que su modelo de Universidad puede acercarse a la sociedad?

-Construyendo una marca Universidad de Oviedo que llegue a todo el territorio y sirva no solo como instrumento de articulación geográfica de Asturias, sino también de fijación de población. Tenemos que cambiar el modo de relación con el entorno: hasta ahora hemos sido una Universidad pedigüeña y tenemos que ser una comprometida.

-¿Cuál es el camino?

-El modelo de Escocia. Además de aportar conocimiento, acordar con el Principado, la federación de concejos y los ayuntamientos el emplear los espacios comunes de los municipios para retransmitir ciclos de conferencias, hacer divulgación o albergar tutorías entre profesores y estudiantes del municipio. En definitiva, retransmitir lo que hacemos a cualquier punto geográfico y facilitar la vida a los estudiantes con una buena estrategia de enseñanza no presencial.

-Parte del talento emigra obligado. ¿Cómo evitarlo?

-Mediante un compromiso con el entorno socioproductivo para saber y calibrar lo que necesita y ligar sus necesidades a la oferta de estudios. Sin olvidar que la Universidad forma para el mundo, mi responsabilidad es ofrecer una formación que permita quedarse al alumno que quiera y evitar que las empresas que ofrecen trabajo aquí tengan que buscar perfiles fuera.

-¿Cómo será esa estrategia?

-Lo estamos haciendo bien en grados, aunque tenemos que flexibilizar los currículos para adaptarlos al mercado laboral.

-¿Y en posgrado?

-Nos hemos equivocado. En algunos casos hemos convertido el máster en el quinto año que nos robó Bolonia y los estudiantes tienen la percepción de que es una continuación de la carrera y no unos estudios que les permitan especializarse.

-¿Incluirá el grado de Deporte?

-Eso es un lío que ha generado el rector y tiene que resolver él.

-Hablemos de infraestructuras. En otra entrevista con EL COMERCIO se mostró partidario de la reunificación en el Cristo...

-Sí, pero ese es un plan a muy largo plazo y no puede ser una excusa para no resolver los problemas de infraestructuras que sufre, en particular, el campus de Llamaquique. Debemos hacer una auditoría de los espacios, un plan director de usos y transitar a una cultura de espacios compartidos para sacarles rendimiento.

-Mieres también está en el centro del debate.

-El campus de Mieres debe especializarse en lo relativo a energía y recursos naturales, así como en transferencia tecnológica. Se puede aprovechar lo que ofrece el pozo Barredo para dinamizar culturalmente el campus, que debe convertirse en referente en gestión del patrimonio industrial.

-¿Y Gijón? ¿Tendrá residencia?

-La siguiente fase de desarrollo del campus, que tiene una potencia y musculatura modélica, es que empiece a tener servicios complementarios como la residencia que le permitan tener una vida universitaria muy intensa.

-Las elecciones aún no se han convocado.

-Estamos muy preocupados, porque habitualmente se convocaban a finales de enero, y también porque el rector sigue haciendo uso de los órganos de gobierno como si no estuviéramos en periodo electoral. Es insólito. Trata de hacer en estos dos meses lo que no ha hecho en cuatro años.

-¿Cree que la sociedad asturiana está pendiente de estas elecciones?

-Sí, y para ella no va a ser lo mismo que gane uno que el otro.

-¿Por qué?

-Representamos dos estilos totalmente distintos. El de García Granda es de confrontación y exigencia de recursos, mientras que lo que yo quiero ofrecer es compromiso y lealtad.