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ALEJANDRO FUENTE
OVIEDO.
Martes, 25 de abril 2023, 01:26
Las mismas organizaciones ganaderas calificaban la concentración de ayer -en pleno corazón de Oviedo, ante la sede de Presidencia- de «histórica». Y es que es la primera vez que se unen bajo una misma pancarta -el lema era 'Unidos por la defensa del campo ... asturiano'- las principales asociaciones del campo asturiano: Fedrastur, Ganaderas Asturianas, Unión de Campesinos Asturianos (UCA), Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga), Unión Rural Asturiana (URA), Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Asociación de Ganaderos y Agricultores Ganagri y Cooperativas Agroalimentarias. El motivo de esta movilización no es otro que el «crítico» momento que traviesa el sector: «El lobo nos come los animales, los costes se disparan y ahora también nos culpan de los incendios de las últimas semanas».
La jornada de protesta arrancó en las inmediaciones del estadio Carlos Tartiere. Más de una veintena de tractores partieron desde su aparcamiento y, tras recorrer el centro de Oviedo, llegaron a mediodía a la calle del Marqués de Santa Cruz, dónde quedaron estacionados ocupando uno de los carriles, a escasos metros de la sede de Presidencia. Allí les esperaban medio millar de ganaderos, que se hacían notar con música, cencerros y hasta algún que otro petardo para exigir mejoras para el medio rural.
A los altos costes de producción y a los precios bajos de comercialización y a los daños del lobo se suma ahora la «criminalización» que dicen sufrir por parte de la Administración por los últimos incendios en la región: «Estamos encendidos», afirmaban. Pablo Álvarez Rodríguez, de URA, aseguraba que con esta concentración «se quiere mostrar a la sociedad nuestras reivindicaciones». Criticaba que se ponga en el foco en los ganaderos como posibles causantes de los fuegos, «cuando somos nosotros quienes apagamos los incendios con nuestros tractores y cubas». Pide un mayor control de la fauna silvestre, que se aplique de oficio la Ley de la Cadena Alimentaria. Y quiso lanzan un mensaje claro, que de ellos depende lo básico: «Tener alimentos»
«Al medio rural le toman el pelo», se quejaba Juan Ramón García Alba, 'Pachón', de UCA. «Creemos que lo mejor que está pasando es que se está terminando la legislatura, la peor de la historia de la democracia. Es lamentable que nos sigan culpando de los fuegos cuando nos estamos yendo al carajo». Ramón Artime, de ASAJA, lamentaba que «sigue habiendo más de lo mismo. Lo que está claro es que hay que buscar un equilibrio sostenible en el campo, donde se cuide al medioambiente, pero también a la economía que generamos. Si no es así, esto no tiene remedio». Denunció que en las administraciones pública hay, cada vez más, presiones de los lobbies ecologistas «con intereses económicos; esto nos lleva a una pérdida de la soberanía alimentaria, a que haya menos alimentos y más caros».
Mercedes Cruzado, de COAG, afirmaba que ya antes de la pandemia había cierres por la imposibilidad de hacer frente a los costes: «La situación no ha mejorado». Explicaba que suben los precios de los piensos y de los costes de producción. «Aguantamos de mala manera y, ahora, con los incendios, se nos criminaliza a los ganaderos de este desastre tan grande, cuando somos nosotros quienes lo hemos padecido. Tenemos un cabreo monumental. Y no solo por eso, la fauna salvaje nos mata la cabaña. Hay motivos más que suficientes para echarnos a la calle. Las administraciones nos ponen cada vez más zancadillas».
«Llevamos desde hace años reclamando que se nos devuelvan los montes comunales», clamaba Luis Fernando Marrón, de Usaga. «La Ley de la Cadena Alimentaria nos está llevando a la ruina por su falta de aplicación. El año pasado, 98 ganaderías cerraron en Asturias. ¿El motivo? Porque simplemente la distribución está marcando los precios a la baja, solo les importa ganar dinero».
Expusieron el contrato de siete puntos para que sea firmado por los partidos políticos de la región y advierten de que no lograr el apoyo «habrá nuevas y más contundentes movilizaciones». En ese documento se piden iniciativas para paliar los daños del lobo, la devolución de los montes a sus propietarios, un cambio radical en la gestión forestal, obligar al cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, el refuerzo de los servicios en el medio rural, la defensa de las razas autóctonas y hacer un seguimiento semestral de estas reivindicaciones.
Ejemplo de la situación que padece el campo asturiano se personificó en un joven ganadero, de 24 años, de Las Regueras, Abel González: «Quienes de verdad más han aportado a esta realidad, generaciones que han sabido cuidar y traer este territorio hasta nuestros días en un estado de conservación envidiable, que lo han convertido en acreedor del calificativo de Paraíso Natural, sufren el abandono más absoluto e incluso la persecución constante y la humillación». Acusó a los gobernantes de «condenarnos a vivir como mendigos de subvenciones e indemnizaciones que nunca llegan».
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