Álex Piña

«Díaz Merchán era ese hermano mayor que nunca tuve»

Sanz Montes hace repaso de la figura del arzobispo emérito de Oviedo en una emotiva ceremonia concelebrada por más de un centenar de sacerdotes y una decena de obispos y arzobispos

Ana Moriyón

Gijón

Viernes, 17 de junio 2022, 14:37

Una decena de obispos y arzobispos, un centenar de sacerdotes y más de un millar de personas entre las que se encontraba una completa representación de autoridades políticas, militares y civiles de la región despidieron esta mañana en la Catedral de Oviedo a Gabino Díaz ... Merchán, arzobispo de Oviedo durante más de tres décadas, que falleció el pasado martes a la edad de 96 años. El féretro del prelado entró en el templo por la puerta principal mientras la Shola Cantorum de la Catedral interpretaba el 'Requiem' de L. Perosi. Lo hacía en procesión, seguido de familiares, desde la capilla del Rey Castro, donde había permanecido durante la noche.

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Las exequias que sirvieron como último adiós del pastor de origen manchego que se convirtió en hijo adoptivo de Asturias estuvieron presididas por el actual arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, quien durante su homilía realizó un amplio repaso a su figura. No tanto sobre la conocida biografía de quien fuera presidente de la Conferencia Episcopal Española y hombre clave en las transición política asturiana, sino más bien de su lado más personal y humano. Habló principalmente de la relación personal que les unía, hasta el punto de confesar que había sido para él como «ese hermano mayor que nunca tuve». Dijo, de hecho, que nada más conocerle descubrió «en un solo golpe» que era un «gran hombre, un cristiano de una pieza y un obispo de quien aprender tantas cosas».

Sanz Montes aseguró haber mantenido con él «confidencias fraternas» y compartió con los asistentes anécdotas que dan cuenta de su sorna manchega. Como, por citar alguna, cuando la prensa informó de que se estaba preparando en la catedral su tumba. Fue a visitarle preocupado por cómo había recibido la noticia y Gabino Díaz Merchán, tras reconocer haber leído la noticia, le espetó: «No sabía que estabas tan grave, Jesús, Ya que te preparan la tumba debes cuidarte mas», rememoró el propio Sanz Montes durante su homilía, provocando risas entre el público.

También relató Sanz Montes su último encuentro con Díaz Merchán. «Me pidió la absolución de sus pecados, cosa que hice entrecortado por la emoción y el momento. Y tras darme las gracias varias veces, luego me pidió un caldo», recuerda.

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Sobre el féretro permanecieron durante toda la ceremonia el báculo, el Evangelio y una casulla sacerdotal del color morado. El mismo color que lucían en sus vestimentas los sacerdotes concelebrantes en señal de duelo y despedida. Al término de la misa exequias, los restos mortales fueron bendecidos y depositados en la intimidad familiar en la capilla de la Covadonga de la Catedral, -siguiendo la voluntad que don Gabino había expresado hace ya años, concretamente al deán de la catedral, Benito Gallego- mientras se interpretaba 'Bendita la Reina' de R. Del Valle. La misma melodía que se escuchó en la Santa Cueva de Covadonga allá en 1969, donde quien es considerado el arzobispo más querido de Asturias celebró su primera misa como tal.

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