El futuro centro para enfermos de ELA se abrirá en un año y tendrá 15 habitaciones

Ayer, la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, se reunía con la presidenta de ELA Principado, María José Álvarez, para explicarle personalmente los primeros detalles de un proyecto que se daba a conocer la semana pasada y que supondrá una inversión de 3,7 millones de euros: 2,5 los aportará el ministerio con cargo a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y el resto del dinero provendrá de la Consejería que dirige Álvarez.

«Es un centro muy necesario, que llevábamos reclamando mucho tiempo», señaló la portavoz de los enfermos de ELA en Asturias, que siempre ha sido muy reivindicativa con las necesidades de un colectivo que «requiere mucha ayuda» de la Administración. Según el compromiso adquirido ayer por la consejera, «nos tendrán en cuenta a la hora de llevar a cabo el proyecto. Porque, cuando hacen las obras quienes no las utilizan, luego muchas veces no sirven», incidió María José Álvarez, muy crítica con «el fiasco del Credine de Langreo», centro que iba a ser un referente en el tratamiento de las discapacidades neuromuscuales y «finalmente quedó en nada».

El nuevo recurso sociosanitario especializado en la atención de enfermos de ELA en fase avanzada, primero de carácter público que se crea en España -junto con otro previsto en Cáceres- y en Europa, se ubicará en el antiguo Materno Infantil de Oviedo, que se adaptará oportunamente para su nuevo uso. La finalidad de la instalación «es ofrecer un soporte específico a los cuidadores asistenciales y clínicos de las personas con ELA», se apunta desde la Consejería de Derechos Sociales. En principio, no se ocupará todo el edificio.

«La idea es que ingresen en este centro los enfermos que, por su situación, así lo necesiten y también se contemplan estancias de respiro», apuntaba, por su parte, María José Álvarez. Es decir, «estancias provisionales para que los cuidadores puedan tomarse un descanso o atender imprevistos», precisó. Además, «se prevé ofrecer formación a las familias cuando los enfermos empiezan a necesitar atenciones especiales, por ejemplo, para comer». La Consejería de Derechos Sociales mantendrá una reunión con la de Salud el próximo 17 de enero para empezar a trabajar en este nuevo centro sociosanitario, que no estará en condiciones de entrar en funcionamiento «hasta dentro de un año o un poco más».