La futura ley de ordenación de Asturias abrirá la puerta a externalizar las licencias de obra

El consejero de Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, fue el encargado ayer de presentar a la Federación asturiana de concejos (Facc) las líneas generales de lo que se busca en la nueva ley. «El 90% del suelo de Asturias está en el medio rural, no podemos elaborar leyes que se focalicen en el 10% del territorio, el urbano, aunque en él resida el 90% de la población», animó. Bajo ese principio buscará que el proyecto de área metropolitana entendida como espacio de cooperación entre administraciones no se quede en un «club» de ayuntamientos del área central y se abra a todos los concejos.

Para avanzar en el anteproyecto de ley la consejería ha contratado a Alejandro Huergo, profesor de la Universidad de Oviedo que ayer dio más pinceladas sobre el camino a recorrer. «Las licencias de obra son cuellos de botella que ralentizan las inversiones», indicó. «Una vía para agilizarlos es que haya entidades colaboradoras externas, que funcionen como una ITV, es decir, que se responsabilicen de ver que todo está bien para que no todos los controles tengan que esperar al filtro de unos funcionarios que están sobrecargados», ahondó.

El especialista apostó por reducir los contenidos de los planes municipales de ordenación pero también variar el papel del Principado en ellos. «Ahora un ayuntamiento tiene que recabar 30 o 50 informes preceptivos y esperar que se los pasen los distintos departamentos, algo que para un ayuntamiento pequeño es difícil de gestionar. El Principado actuaría ahí como una ventanilla única encargada de recabar esos informes y darles el trabajo hecho», propuso.