«El fútbol femenino ha venido para quedarse, pero necesita visibilidad»

Como ellas, Toña Is también tuvo que soportar el estigma social. Miradas con recelo y trato vejatorio, lidiando con insultos y desigualdad de medios respecto a los hombres. Obstáculos que no la hicieron cejar en su empeño. «Eli, compañera en mis inicios, ha venido a darme un abrazo. Ella sabe de sobra las dificultades que hemos pasado», rememoró la ovetense sobre el ingente peaje de ser una de las pioneras en Asturias.

Todas esas trabas que recuerda con orgullo al servir para abrir camino a esas adolescentes que ahora guía desde el banquillo para seguir engrosando un magnífico palmarés. «Del fútbol, de su pasión, hizo su profesión», señaló Leticia Álvarez, jefa de Información de este diario, que glosó la laureada figura de «una niña que siempre jugó a lo que le dio la gana».

Primera mujer en liderar una selección española, ha afrontado con éxito la complejidad de gestionar un equipo en proceso de maduración futbolística y humana. «En un vestuario con adolescentes tienes que hacer un poco de todo. Tienes que hacer de entrenadora, de madre y psicóloga», aseguró.

Respaldada por su esposo, al que dedicó un afectuoso agradecimiento por ejercer como acicate en su día para aceptar la oferta que le presentó la Federación Española, Toña Is puso el broche a la jornada dedicada al feminismo al recibir el premio de manos de Marta Cernuda, consejera de Caja Rural de Asturias. Antes, la exzaguera despejó cualquier atisbo de duda sobre la posibilidad de que la meteórica progresión de su deporte en España se convierta en flor de un día.

«El fútbol femenino ha venido para quedarse», proclamó sin ambages. «Se está apostando por él, todo el mundo quiere involucrarse», profundizó antes de pronunciar «la palabra mágica» en esa evolución: «Si se nos da visibilidad, va a ser mucho más fácil».

Coleccionista de títulos en las categorías inferiores, está «a disposición de la federación» y «con los pies en el suelo» ante la posibilidad de tomar los mandos de la Absoluta en un futuro. «Me centro en mi Selección. Simplemente que me reconozcan los éxitos, que vean que puedo estar ahí», aseguró la ovetense, que en caso de tener que tomar otro camino tiene una ilusión: coger las riendas de un equipo «para poder ganar la Copa de Europa».

«Soy una persona muy competitiva. No tengo una ambición desmedida, pero sí soy ambiciosa», aseguró la campeona del mundo, que trata de inculcar a sus jugadoras la evolución que ha tenido su deporte y tiene claro que quien se acerque por primera vez a él se enganchará: «El fútbol femenino es mucho más fútbol, un fútbol más limpio».