-¿Cuáles son los requisitos para entrar en la Unidad Terapeútica Educativa (UTE)?
-Es necesario haber entrado en prisión por un delito relacionado con drogas y estar arrepentido y con ganas de cambiar. Para los reos es una oportunidad de reinsertarse y de estar más preparados cuando salgan.
-Pero los delitos relacionados con drogas pueden ser muchos y con distintos niveles de gravedad. ¿Se le da el mismo trato a alguien que, fruto de su adicción, mató a una persona que a quien le incautaron sustancias para consumo propio?
-Esa diferencia a la que usted alude está fijada en la duración de la pena. Si está probado que las causas del asesinato están relacionadas con sus problemas con las drogas, sí puede participar en este módulo. Ahora bien, tendrá que mostrar su arrepentimiento de forma explícita y, por supuesto, obrar en consecuencia.
-¿Qué ventajas tiene entrar en la UTE?
-Principalmente, que hay una rutina. Está pensado para gente que quiera llevar una vida saludable, diferente a la que tenía antes del ingreso en prisión. Trabajamos en varias áreas con el fin de que tengan experiencias motivadoras que favorecen la reinserción.
-Pero se supone que en la cárcel, al margen del módulo, ya de por sí se trabaja en la reinserción del reo.
-Sí, pero este tiene que poner de su parte. Hay presos que no quieren hacer nada con su vida y pasan las horas sin pena ni gloria. Tampoco tienen actividades más allá del mínimo programado. Alguien que esté en la UTE se ducha todos los días y hace su cama. La celda tiene que estar ordenada y, por supuesto, participar en las actividades de forma proactiva.
-¿Hay beneficios penitenciarios por pertenecer a ese módulo?
-Estar en la UTE no acarrea, como consecuencia directa, ningún tipo de flexibilización de la pena. Ahora bien, la persona que pertenece a esta unidad, normalmente, cumple unos requisitos que sí sirven para reducir los años en la cárcel. Es decir, para entrar en la UTE hay que mostrar un arrepentimiento y unas ganas de cambiar evidentes. Esto se valora. Si alguien lo demuestra y no quiere entrar en la UTE, recibe la misma recompensa, por eso digo que no hay privilegio alguno. Es más, si alguien entra en la UTE buscando un trato de favor, está en el lugar equivocado.
Compromiso y objetivos
-No obstante, seguro que hay quien prefiera estar en esa unidad y afirme que se compromete a luchar contra la adicción cuando en la práctica no sea la realidad.
-No es tan sencillo. Hay un equipo capacitado para la evaluación de quien debe ingresar o no en la UTE. Además, la decisión que se adopta se puede revisar. Por ejemplo, alguien puede cumplir los requisitos en un momento determinado, pero, por el motivo que sea, recaer en la droga o mantener actitudes contrarias al espíritu del grupo de trabajo. En esos casos, no queda otra que informarle del cambio de situación y dejarle la puerta abierta para el futuro en caso de mejora.
-Supongo que eso será un momento muy duro.
-Sin duda. Es una alegría ver el progreso de las personas que están en prisión, y cuando eso se produce, siempre es triste. No obstante, es un escenario que hay que contemplar y también creo es bueno para los demás que lo vean. El entrar en la UTE es solo el principio de un largo camino que recorrer y en el que hay momentos mejores y otros peores, pero que siempre es duro.
-En cualquier caso, mantener una correcta actitud en la cárcel resulta más factible. Luego, la calle está llena de tentaciones.
-Por eso es tan importante prepararles. Si una persona está tirada todo el día en la cama de su celda sin interactuar, cumplirá su pena, pero luego le costará mucho volver a tener una vida saludable. En cierta medida, esta unidad es un simulacro real con el mundo que se encontrarán fuera. Aquí hay diversión, pero también una clara disciplina. Insisto en que para estar aquí, hay que cumplir una serie de requisitos y que la decisión es revocable.
-¿Qué conducta supone la expulsión inmediata de la UTE?
-Principalmente, el consumo de droga. Cualquier otra conducta que revista gravedad también puede ser objeto de expulsión, pero tanto el consumo de estupefacientes como la venta de los mismos supone que esa persona deje de pertenecer a esta unidad.
-¿Pero en el resto de la cárcel tampoco se puede consumir droga. ¿No es así?
-Y en la calle tampoco, pero hay gente que lo hace.
-Pues se supone que en un prisión debería haber un mayor control.
-Es más difícil, pero también se consume. Cada uno tiene sus métodos. Normalmente, tratan de introducir la droga en los vis a vis. Al final, la gente que entra en la cárcel por delitos relacionados con el consumo de drogas es capaz de cualquier cosa por obtener su sustancia. Al menos, quien está en un nivel de dependencia más grave.
-¿Quién acostumbra a salir adelante?
-Quien tiene alguien fuera por quien merece la pena luchar. Algún familiar, una pareja, un amigo. A veces, existe esa figura de la que uno se acuerda en los momentos más delicados y, entonces, saca lo mejor de sí.
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