Las fuerzas de seguridad vigilarán los accesos a las catorce sedes de la EBAU

En cualquier caso, y como recomendación general, la Universidad pide a los aspirantes que se acerquen a pie desde las proximidades de las sedes para evitar aglomeraciones en la entrada de los recintos, acceder a ellos de forma escalonada, mantener el metro y medio de distancia y no formar grupos en ningún momento. El acceso estará controlado por las fuerzas de seguridad del Estado y voluntarios de Protección Civil en el exterior y por el personal responsable de la prueba en el interior. Tanto a la entrada como a la salida se realizará la higiene de manos con la solución hidroalcohólica que estará disponible en la sede del examen.

Mientras dure la prueba el alumnado podrá quitarse la mascarilla, porque entre ellos habrá una distancia mínima de 1,5 metros, pero si alguno tiene dudas y precisa que un miembro del tribunal se las aclare, «ambos deberán estar protegidos por mascarillas». Finalizado el examen, la salida se organizará de uno en uno. Más recomendaciones: usar pañuelos desechables, llevar el pelo recogido y no compartir objetos personales, como bolígrafos.

Este año se amplía de siete a nueve el número de municipios que acogerán los exámenes, con la incorporación de Siero y Langreo, para evitar aglomeraciones en las sedes con mayor número de aspirantes, como Oviedo, donde en condiciones normales se hubieran dado cita unos dos mil alumnos. Por esta misma razón la EBAU se celebrará este año en grandes espacios, principalmente en polideportivos, que se han acondicionado expresamente para las pruebas. «Creímos que es más cómodo para el estudiantado y, además, no se dispersan. Así evitamos que haya mucho movimiento de personas», expresó el rector. En total, habrá catorce aulas de examen.